VALÈNCIA. Nunca antes una ciudad había tenido una banda sonora tan especial, importante y actual. Cada rincón de Liverpool recuerda a los Beatles y a sus canciones, seas o no fan del cuarteto más influyente en la historia de la música. Hasta una verja suena a canción y no necesitas buscar una fecha importante para homenajearlos. Aquí se les rinde homenaje todos los días y a todas horas. Pero si la quieres, te doy una reciente: el 3 de agosto de 1963 actuaron por última vez en The Cavern; tan solo un mes después de publicar She loves you.
Acabo de nombrar una de las tantas canciones que nos acompañarán en este viaje sonoro a Liverpool en el que los Beatles son los grandes protagonistas pero también otros músicos como Billy Fury, Echo & the Bunnymen o Frankie Goes to Hollywood entre otros. Coge un mapa y dale el play porque nos vamos a orillas Mersey a descubrir aquel Liverpool de infancia y juventud de John, Paul, George y Ringo.
Al comprar los billetes de avión no me sorprende que el aeropuerto se llame John Lennon ni que el logotipo sea un desenfadado dibujo suyo con la frase “Above us only sky”. Exacto, es un verso de la canción Imagine. Tampoco sorprende ver una estatua suya. Los nervios recorren mi cuerpo y mis pies se mueven al ritmo de Twist And Shout.
Conviértete en el quinto Beatle
En este viaje sonoro por Liverpool el Royal Albert Dock debe ser la primera parada para conocer mejor la historia del cuarteto. Hoy los antiguos astilleros se han convertido en un complejo comercial de galerías, tiendas, restaurantes, bares y museos. Y sí, aquí está The Beatles Story; el museo de los Beatles. Tras bajar las escaleras que dan acceso y ya con mi audioguía en marcha comienzo el recorrido —son unas dos horas—. Objetos originales, letras de canciones manuscritas, instrumentos musicales, fotos inéditas, testimonios de Paul McCartney, el manager Brian Epstein o el productor George Martin… Y todo ello narrado por Julia Baird, hermana de John Lennon.
En ese recorrido descubro que el primer lugar en el que tocaron fue ‘The Casbah Club’ —¡Y no The Cavern!— porque el local era de la madre de Pete Best, el primer batería del grupo —Ringo Starr le sustituiría más adelante—. También conoces lo que supuso Hamburgo para ellos y me pongo en la piel de aquél periodista que en las páginas del Mersey Beat News relató uno de los primeros conciertos de la banda. Pero, como se suele decir, todo lo bueno se acaba y esto también pasó a los cuatro fabulosos (4Fab, como se les conoce aquí).
Lo confieso. No soy una fan loca de los Beatles pero después del recorrido me da pena que se separaran porque su legado podría haber sido aún mayor. O no, quién sabe, porque quizá eso les ayudó a ser eternos. En ese pensamiento llego a la White Room, donde Lennon grabó Imagine y no puedo evitar emocionarme aún más e incluso contener alguna lágrima.
El 'selfie' con los 4Fab
Muy cerca de los docks, en la explanada junto a las Tres Gracias (Royal Liver Group, Port Liverpool Building y Cunard Building) está una de las estatuas más 'instagrameadas' de la ciudad: los Beatles caminando por Pier Head en dirección al río. La escultura fue diseñada por Andy Edwards (costó 20.000 libras) y fueron los dueños de The Cavern Club quienes la costearon. Se inauguró el 4 de diciembre de 2015, cincuenta años después de su último concierto en Liverpool, en el Empire Theater. ¿Por qué se alzó aquí? Porque, según dicen, era muy común ver a los cuatro amigos camino del ferri a New Brighton, donde había más marcha.
Miro hacia el Royal Liver y a los Liver Birds que coronan el edificio porque, según cuenta una de las tantas leyendas que hay en torno a ellos, el macho de la pareja mira hacia tierra buscando un pub abierto mientras la hembra dirige su mirada hacia el mar para divisar algún marinero. Me quedo con la mirada del macho y busco un pub en concreto: The Cavern Club.