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‘Trump vs Batman’: el éxito transmedia del presidente de EEUU

Circunstancial o intencionado la figura de Donald Trump lleva unos años cosechando paralelismos constantes con el universo de Batman. Con ello ha logrado notoriedad, identificación con los valores del personaje, participación del público, y buenas dosis de entretenimiento

VALENCIA. El pasado miércoles en el programa  Mi casa es la tuya Boris Izaguirre achacaba a las redes sociales la responsabilidad del éxito del presidente Donald Trump. Una afirmación en mi opinión simplista del fenómeno. No es difícil enumerar otros casos de éxito electoral en los que las redes sociales han estado muy presentes. En el mismo EEUU, Barak Obama utilizó con resultados positivos las redes de microblogging y los canales digitales para expandir su marca cuando en 2008 se presentó a las presidenciales, en un momento en el que era una figura prácticamente desconocida para el gran público. Con aquel lema convertido en canción llamado ‘Yes, we can’, y gracias al uso de la narrativa transmedia, expandió los valores de su marca.

Aunque parezca increíble existen determinados patrones muy similares entre la estrategia de campaña de Donald Trump y la campaña ‘Yes, we can’. ¿Qué pueden tener en común dos formas de presentarse a los votantes, cuando a priori se trata de dos figuras tan distintas?

Aunque con diferente storytelling, tanto Obama como Trump han aprovechado la narrativa transmedia para lograr notoriedad y dotar de determinadas connotaciones a su personaje. Obama se apoyó en el famoso lema convertido en canción además de exprimir el boom de la cultura participativa. El fenómeno aprovechaba el empoderamiento de los ciudadanos gracias a las nuevas tecnologías. En esta nueva era, además de consumidor, el público es además un creador de contenidos (los prosumidores). Según algunos analistas Obama fue en ese sentido el pionero desde el ámbito de la política en sacar provecho a la narrativa transmedia. Por entonces el investigador estadounidense Henry Jenkins ya hablaba de que estábamos viviendo “un momento de transición donde los medios convencionales están perdiendo fuerza y un nuevo sistema nace”. Lo denominó “la cultura de la convergencia”.

¿Y en el caso de Trump? En la campaña del actual presidente llama la atención el curioso recorrido de una narración transmedia por encima de las demás: la del mensaje, y por tanto el paralelismo, ‘I am Batman’, una declaración realizada por el propio Donald Trump en agosto del 2015.

“En un proyecto transmedia la historia se expande a través de una variedad de plataformas de un modo complementario. El entretenimiento popular es quién mejor explota estos principios básicos”, decía Jenkins, que ponía como ejemplo el caso de la película Matrix. “Matrix se desarrolla a través de tres películas, más una docena de cortos animados, más veinte cómics, tres videojuegos, y continúa expandiéndose a medida que la audiencia lo consume y genera nuevas historias de ficción creadas por ellos mismos”. Esto es lo que se ha venido a llamar fan fiction, y lo devoramos a kilos en casos tan famosos como Star Wars, por ejemplo. Si uno teclea en cualquier canal digital o red social el título de la saga, le aparecerán miles de contenidos en forma de memes, vídeos de youtube, viñetas, disfraces, eventos, fotos, gifs, blogs, wikis, etc, que se recrean en su universo y han sido creados por espectadores. Si además uno lo mezcla con política o activismo social el resultado es una bomba.

Si nos retrotraemos a las campañas de Trump y de Obama llama la atención que ambos lograron inundar todos los canales, el offline y online, con sus storytellings, pero además los dos casos contaron con una fuerte participación del público: los prosumidores. ¿La diferencia? Los de Obama participaron por total convicción, mientras que los de Trump lo hicieron con una actitud de rechazo y de burla. Sin embargo en ambos casos ayudaron igualmente a expandir el mensaje.

Otra diferencia es que Obama usó la cultura de la convergencia mientras que en paralelo convivía con los medios tradicionales en buena sintonía, mientras que Trump se enemistó con los medios mainstream. Con su capacidad de polémica logró protagonizar una noticia detrás de otra, como se ha analizado ya en decenas de artículos publicados. En las redes las declaraciones del actual presidente se volvían virales, pasaban a manos de la audiencia, y ésta las reconvertía en infinidad de memes. Con la curiosidad de que una buena cantidad de bromas relacionaban su figura con la de Batman una y otra vez desde que se establecieron las bases narrativas. Él plantó la semilla y entre todos hicieron el trabajo.

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