ALICANTE. Tras una trayectoria dedicada a los medios de comunicación, Andrés Rodríguez decidió hacerse con las riendas de la edición de la revista de los negocios por excelencia, Forbes. Así, lleva más de diez años al frente de la publicación. Compagina su labor editorial como consejero de El Español.
Hace unos meses la revista Forbes nombró a Alicante como la segunda mejor ciudad del mundo para vivir. La publicación recogía un informe de una agencia especializada.
Cuando a Andrés Rodríguez le preguntamos en la entrevista cómo se imagina una España sin kioscos, se nota que se le encoge el corazón y dice que no quiere ni pensarlo. Por eso, insta a los ayuntamientos de toda España a proteger sus establecimientos de prensa y de revistas. A él le gusta comparar los kioscos con las parroquias, con los bares, con todos los centros neurálgicos que congregan a la ciudadanía y que hacen de un barrio lo que es. Seguro que no habrá nadie que no tenga el mínimo resquicio del pasado en el que no aparezca un kiosko aunque sea de pasada.
Con la llegada de las nuevas tecnologías y la obsolescencia del papel en algunos casos la publicidad adquiere un peso trascendental en la industria editorial de los medios de comunicación Rodríguez asegura que cada empresa debe velar por un modelo sostenible que consiga que el proyecto sea rentable y no termine ahogado por las deudas. Si que es cierto, que en el mundo de las revistas, la transición digital ha tenido menor calado que en otras áreas como la periodística, manteniéndose el modelo más o menos tradicional pero sin descuidar la parte más tecnológica y digital. El director de Forbes aborda en la entrevista las diferencias sustanciales que existen entre la edición de un periódico, que se publica 363 días al año y la publicación de una revista con una periodicidad semanal o mensual. En el caso de su campo cuenta con el incentivo y el plus de que las revistas suelen ser más especializadas.
Ese nuevo paradigma monetario ha ocasionado que en muchas ocasiones exista un conflicto entre la dirección y la gerencia de los medios de comunicación. A él siempre le gusta poner el ejemplo de los rifirrafes que se dan entre el director y el productor de una película. El primero busca un producto de calidad y el segundo que este sea rentable. Reconoce tener la suerte de que al poder compaginar su labor editorial con la de la gerencia de su empresa, no tiene que hacer frente a este complicado dilema que tantos dolores de cabeza ocasionan en el mundillo. Andrés Rodríguez, pese a conjugar la faceta editora con la de director mantiene la esencia de lo que una vez fue y que nunca ha dejado de ser, un periodista apasionado de su profesión.