En una sociedad cada vez más enfocada en la salud y el bienestar, las tendencias dietéticas han ido evolucionando y adaptándose a los distintos estilos de vida. Uno de los temas más debatidos en los últimos años es el ayuno intermitente, una práctica que ha ganado popularidad pero que también ha generado controversia en el ámbito de la salud cardiovascular.
Hablamos con Salena Sainz, farmacéutica, dietista y nutricionista, especialista en alimentación funcional, nutrición clínica y ansiedad nutricional. Sainz señala la necesidad de analizar con cautela los resultados de este estudio que alerta sobre un supuesto aumento del 91% en enfermedades cardiovasculares asociadas al ayuno intermitente.
Destaca la importancia de considerar las particularidades de cada estudio, señalando que muchos de los participantes ya tenían enfermedades cardíacas o cáncer previamente, lo que puede sesgar los resultados. Además, enfatiza que estos estudios no suelen profundizar en el tipo de alimentación seguida durante el ayuno ni en su duración, aspectos cruciales para comprender sus implicaciones para la salud.
En cuanto a las modalidades del ayuno intermitente, Sainz explica que existen diversas formas de practicarlo, desde el tradicional 12/12 hasta el más extendido 16/8, donde se establece una ventana de ingesta y otra de ayuno. Sin embargo, advierte sobre la tendencia actual a reducir aún más esta ventana de ingesta, lo que puede conducir a decisiones poco saludables y desequilibrios alimentarios.
Una de las principales inquietudes en torno al ayuno intermitente es su eficacia para perder peso y mejorar la salud cardiovascular. Ella enfatiza en la falta de consenso científico al respecto y señala que si bien se han observado mejoras en ciertos marcadores de riesgo cardiovascular, estas pueden atribuirse más a la adopción de hábitos saludables que al ayuno en sí mismo.
En este sentido, la experta subraya la importancia de una alimentación personalizada y equilibrada, basada en alimentos que proporcionen todos los nutrientes necesarios para prevenir enfermedades y promover la salud. Destaca la relevancia de evitar las restricciones extremas y las dietas milagro, que pueden tener efectos negativos en el metabolismo y generar un efecto rebote a largo plazo.
La experta también hace hincapié en la necesidad de alejarse de la suplementación innecesaria y enfocarse en una alimentación natural y variada. Advierte sobre el peligro de dejarse llevar por las modas y las recomendaciones poco fundamentadas en redes sociales, instando a buscar asesoramiento profesional para diseñar un plan nutricional adecuado a cada individuo.
El ayuno intermitente es una práctica que ha generado un intenso debate en el ámbito de la salud, pero cuyos beneficios y riesgos aún no están completamente claros. Para aquellos interesados en adoptar esta estrategia, la orientación de un profesional de la salud es fundamental para garantizar su seguridad y eficacia a largo plazo. En un mundo inundado de información contradictoria, la búsqueda de un enfoque nutricional personalizado y basado en la evidencia científica se presenta como la mejor opción para promover la salud y el bienestar a largo plazo.