El tamaño ideal de las ciudades es un tema que ha generado un amplio debate a lo largo de los años. La idea de tener todas las oportunidades y servicios al alcance sin necesidad de grandes desplazamientos ha sido un objetivo deseado por muchos. En este contexto, el profesor universitario y experto internacional en Smart City, Carlos Moreno, ha introducido el concepto de la "ciudad de 15 minutos". Este concepto busca rediseñar las grandes urbes para que los ciudadanos puedan realizar todas sus actividades personales, laborales y de ocio con desplazamientos que no excedan los 15 minutos a pie o en bicicleta.
La propuesta ha ganado adeptos debido a su enfoque en la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida. Sin embargo, también ha enfrentado críticas, especialmente de aquellos que consideran que esta medida puede limitar la movilidad y generar barreras en lugar de soluciones. En este contexto, se ha generado un debate entre quienes ven en la ciudad de los 15 minutos una oportunidad para una vida más saludable y sostenible, y aquellos que temen que pueda restringir la libertad de movimiento de los ciudadanos.
Para comprender mejor el concepto de las ciudades de 15 minutos, es fundamental analizar su implementación y los desafíos que implica. En primer lugar, se destaca la importancia de la densidad urbana para alcanzar este modelo. Las ciudades con una alta densidad de población, especialmente aquellas con cascos históricos y ensanches del siglo XIX, son más propensas a lograr la ciudad de los 15 minutos debido a la proximidad de los servicios y actividades.
En este sentido, ciudades como Pontevedra en España se presentan como ejemplos exitosos de la implementación de medidas que promueven la movilidad sostenible y el acceso a servicios en un entorno cercano. Además, iniciativas como las "supermanzanas" en Barcelona y otras ciudades están contribuyendo a la creación de espacios peatonales y de ocio que fomentan la vida comunitaria y reducen la dependencia del vehículo privado.
Sin embargo, la implementación de la ciudad de los 15 minutos enfrenta desafíos significativos, especialmente en las grandes ciudades y en cuanto al acceso al empleo. Aunque la densidad urbana facilita el acceso a servicios básicos, la distribución desigual del empleo puede obligar a los ciudadanos a desplazarse largas distancias para trabajar. Esto plantea la necesidad de promover un reequilibrio territorial en el empleo y fomentar el teletrabajo como una alternativa viable.
Además de los desafíos prácticos, la ciudad de los 15 minutos también ha generado controversia en relación con la percepción de restricción de la movilidad y la posible segregación social. Algunos críticos argumentan que este modelo podría limitar la interacción entre diferentes grupos sociales y reforzar la segregación residencial. Sin embargo, otros defienden que la proximidad de servicios y actividades en el entorno local puede promover la integración social y fortalecer los lazos comunitarios.
Para analizar esta cuestión desde diferentes prismas contamos con el sociólogo urbano, José Ariza.