Desde mayo de 2019 es obligatorio acreditar el registro de la jornada laboral a diario en España. Con una pandemia de por medio y la explosión del teletrabajo, las empresas se han enfrentado a la necesidad de adaptar sus sistemas y procedimientos. La Inspección de Trabajo ha impuesto ya más de 3.000 multas a compañías que no realizan este control o que lo hacen de modo deficiente.
Ante los cambios de las dinámicas laborales, cada vez se hace más difícil que los controles se ajusten a la normativa, pero las sanciones pueden alcanzar los 7.500 euros. Los autónomos con empleados a su cargo parecen ser los más afectados.
Analizamos esta cuestión con el abogado laboralista Luis San José y la experta en teletrabajo Mónica Fanega.