El tabaquismo, durante décadas una epidemia global, enfrenta ahora un desafío sin precedentes: la posibilidad de criar una generación sin fumadores. Aunque las cifras de fumadores diarios en España muestran un declive constante, la batalla contra este hábito persiste, con nuevas formas de consumo como el vapeo planteando interrogantes sobre el horizonte de esta lucha.
Según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo cobra ocho millones de vidas al año en todo el mundo, una estadística alarmante que motiva a los gobiernos a tomar medidas enérgicas. En este sentido, el Reino Unido ha dado un paso audaz al prohibir la venta de tabaco para quienes nacieron a partir de 2009, un movimiento que plantea un precedente significativo en la búsqueda de una generación sin tabaco.
Sin embargo, en España, la realidad es distinta. Si bien las estadísticas muestran una disminución en el número de fumadores diarios en España en los últimos años, la proliferación del vapeo entre los jóvenes plantea un desafío adicional. La encuesta ESTUDES revela que más del 50% de los jóvenes de 14 a 18 años han probado los cigarrillos electrónicos, lo que sugiere un aumento preocupante en la adopción de este hábito.
La industria tabacalera, consciente de la importancia de atraer a los jóvenes para mantener su negocio, ha sido criticada por sus tácticas de marketing dirigidas a este grupo demográfico.
En medio de esta lucha, el gobierno español ha presentado un Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, que busca abordar tanto el consumo tradicional de tabaco como el vapeo. Sin embargo, este plan enfrenta resistencia de sectores como la agricultura, los estancos y la hostelería, que temen las repercusiones económicas de las medidas propuestas.
A medida que el debate sobre el tabaquismo continúa, queda claro que la lucha por una generación sin tabaco es tanto una cuestión de salud pública como un desafío político y económico. El camino hacia un futuro libre de humo está lleno de obstáculos, pero con medidas firmes y una mayor conciencia pública, la utopía de una sociedad libre de tabaco podría estar más cerca de convertirse en realidad.
Hablamos con Raquel Fernández, Presidenta de la Asociación No Fumadores. Respecto a conseguir una generación sin tabaco se mostró optimista, sin embargo, advierte sobre la creciente popularidad del vapeo entre los jóvenes como un desafío adicional en esta lucha.
Aboga por una modificación legislativa que incluya medidas más contundentes, como la abolición progresiva de la venta de tabaco para los nacidos a partir de 2009. "El sector del tabaco tiene que reciclarse y transformarse en otra industria que no genere tanto daño y muerte a los ciudadanos".
La concienciación pública juega un papel crucial en esta lucha, pero Fernández enfatiza en la necesidad de leyes que respalden esta concienciación. "Las leyes también sirven para concienciar, para empoderar a los ciudadanos".
La visión de Raquel Fernández es clara: España tiene el potencial de criar una generación sin fumadores, pero se necesitan medidas legislativas más firmes y una mayor concienciación pública para lograrlo. La lucha por un futuro libre de humo está llena de obstáculos, pero con un compromiso decidido, la utopía de una sociedad libre de tabaco podría estar más cerca de convertirse en realidad.