Con Juanjo Romero y Chente Oliver
VALÈNCIA. Cuando Aurelio Martínez fue nombrado presidente de la Fundación del Valencia CF en 2013 para pilotar el proceso de venta del club, muchos respiraron tranquilos. Había plena confianza en él. Porque Aurelio Martínez es Catedrático de Economía Aplicada por la Universidad de Valencia. Y todo parecía que iba a funcionar con la precisión de un reloj suizo. Sobre todo en lo económico. Pero siete años después, el club parece inmerso en pleno proceso de liquidación. Peter Lim está dejando caer el Valencia en un pozo sin fondo. El expresidente del club, Manuel Llorente, se pregunta en este programa cómo hemos podido llegar hasta aquí. “Este señor, Aurelio Martínez, con todo lo que sabe. Es Catedrático de Economía Aplicada, que no sé lo que es eso. Economía apli… ¿qué?”.
Aurelio Martínez dimitió en 2014, una vez consumada la venta del paquete accionaria de la Fundación a Meriton Holdings. Desde ese día, el Valencia comenzó en caída libre. El club pasó de ser el octavo de Europa a no estar ni entre los 30 primeros. Pero lo peor de todo, más que lo futbolístico, es que la reputación de la entidad está por los suelos. El clima de tensión entre la propiedad y la afición es irrespirable. Tanto, que ya han comenzado a surgir distintas iniciativas por parte de la afición para revertir la situación. La última, plausible a todas luces, la que encabeza con toda la sensatez del mundo Juan Martín Queralt. Pero todo son incógnitas desde Singapur. Peter Lim no se pronuncia. ¿Cómo se puede lograr darle la vuelta a la tortilla?.
Manuel Llorente fue presidente del Valencia CF desde 2009 hasta 2013. Durante su gestión, el equipo disfrutó de su etapa dorada. Pese a ello, siempre ha sido una figura controvertida. Llorente llegó al club en 1995 de la mano de Francisco Roig. Fue gerente y, posteriormente, director general. En 2005, Juan Soler prescindió de sus servicios. En el año 2009, Llorente regresó al Valencia como presidente. Su vuelta no fue un camino de rosas debido a la delicada situación económica. Sin embargo, en lo deportivo, el equipo lograba sus objetivos. Cuatro más tarde, ya antes del proceso de venta del club, presentó su dimisión. Pasado este tiempo, y desde la distancia, Llorente acepta nuestra invitación y se pone manos a la obra para cambiar percheros. El expresidente se muestra muy crítico con todo lo sucedido y no es optimista de cara al futuro.