VALÈNCIA. 1991: comienza el mayor juicio por corrupción de menores de la historia de España. En el banquillo se sienta Eduardo González Arenas, fundador de la secta Edelweiss, y diez de sus colaboradores. Eddie, así se le conoce, lleva desde principios de los 70 creando asociaciones juveniles que, en el fondo, no son más que tapaderas para conseguir niños de los que abusar. Aunque en su momento el juicio fue un fenómeno mediático, poco a poco cayó en el olvido. Ahora, Eulogio Romero presenta una miniserie documental en la que recupera un caso absolutamente sorprendente y del que, probablemente, hay cosas que nunca sabremos.