En el año 2006 se presentó a bombo y plantilla la maqueta del nuevo estadio de Mestalla
VALÈNCIA. Un recinto cinco estrellas que albergaría la final de la Champions. Pero del dicho al hecho, hay un buen trecho. Muchos años después, esa masa de cemento inerte a la entrada de la ciudad es símbolo de la vergüenza y de la mala gestión.
Hoy, el Nuevo Mestalla está viejo. Y se ha convertido en una patata caliente para el gobierno valenciano. ¿Qué sucederá con el campo?. ¿Lo veremos acabado algún día?. “La final de nuestros hijos” fue un brillante artículo que escribió Raúl Gómez en las páginas de Valencia Plaza.
En el mismo, se hablaba del título copero de 2018 como herencia de una generación que vibró con la Copa del 99. La del increíble gol de Mendieta. Y es que su valencianismo, pese a ser natural de Benidorm, está fuera de toda duda. Abogado de profesión, Raúl Gómez es un experto en urbanismo. Nadie mejor que él para, además de hablar valencianismo, aportar algo de luz en el oscuro asunto del estadio de Mestalla.
Con nuestro protagonista comenzamos a hablar de Sentiment. Y de lo complicado que es para un valencianista residir en Benidorm, “Territorio Comanche”, plagado de aficionados del Real Madrid y del Barça. Y de algo mucho más complicado todavía: cómo inculcar la fe valencianista a unos hijos que no vivieron los años de bonanza deportiva del club sino más bien todo lo contrario.
Por eso, la última final de Copa, la de 2018, fue muy importante para una generación. La conversación con Raúl Gómez giró hacia el estadio de Mestalla y lo complicado que va a ser poder ver acabado el nuevo campo en un breve periodo de tiempo. Sus reflexiones son más que interesantes. No se lo pierdan.