Cada año, más de 120.000 personas en España sufren un ictus, una enfermedad cerebrovascular que puede provocar graves secuelas o incluso la muerte. Según la Sociedad Española de Neurología, el ictus es la segunda causa de muerte en el país y la primera de discapacidad adquirida en adultos. Se estima que el 25% de la población en España sufrirá un ictus a lo largo de su vida. Los factores de riesgo incluyen hipertensión, diabetes, colesterol alto, algunas arritmias cardíacas y hábitos como el tabaquismo. Es crucial reconocer los síntomas, que pueden aparecer de repente, como la incapacidad para mover un brazo o una pierna, dificultades para hablar, entender o ver, y acudir rápidamente a un centro médico para recibir tratamiento adecuado.
Existen dos tipos principales de ictus: el isquémico, causado por la obstrucción de un vaso sanguíneo en el cerebro, y el hemorrágico, provocado por la ruptura de un vaso cerebral. A medida que la población envejece y los factores de riesgo vascular aumentan, la incidencia de ictus también crece. A partir de los 40 años, y especialmente después de los 65, las probabilidades de sufrir un ictus aumentan considerablemente.
Para prevenir el ictus, es importante llevar una vida saludable, con una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y legumbres, ejercicio regular y controles médicos frecuentes para gestionar factores de riesgo. Aunque el ictus puede dejar secuelas significativas que afectan actividades básicas como comer, comunicarse y moverse, la rápida atención médica puede reducir las complicaciones.
El impacto del ictus no solo afecta a los pacientes, sino también a sus familias, quienes a menudo necesitan apoyo para adaptarse a la nueva situación. Las asociaciones, como la Federación de Daño Cerebral Adquirido de la Comunidad Valenciana, proporcionan recursos y apoyo a los pacientes y sus familiares, ayudándolos a afrontar los cambios drásticos que esta enfermedad puede traer a sus vidas. La colaboración y el soporte psicológico son fundamentales para mejorar la calidad de vida tanto de los afectados como de sus cuidadores, que en la mayoría de los casos son mujeres.
Hablamos con Marimar Freijo, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y con Paco Quiles, directivo de la federación de daño cerebral adquirido de la Comunitat Valenciana.