Jesús Navarro, presidente y tercera generación de la emblemática empresa de especias Carmencita, nos habla de la centenaria historia de su empresa.
Fundada en Novelda (Alicante), Carmencita se ha convertido en un referente no solo en el mercado nacional, sino también internacional, en la producción y distribución de especias, mientras sigue manteniendo intacto el carácter familiar y la pasión por la calidad que le han caracterizado desde sus inicios.
Jesús Navarro nos cuenta cómo el legado de su abuelo, el fundador de la compañía, sigue presente en cada decisión que toma la empresa. "Siempre nos gusta decir que el abuelo inventó el marketing porque dijo que si no eres una marca, serás una mercancía. Esto luego lo acuñó un gurú del marketing, pero él ya lo tenía claro". Navarro destaca cómo ese espíritu visionario se materializó en la elección del logo de la empresa, una fotografía de su madre, que hoy en día sigue siendo la imagen distintiva de Carmencita.
Durante la conversación, Navarro reflexiona sobre el papel de las empresas en la sociedad y la importancia de contar su propia historia. "Las empresas debemos contar nuestra historia, nuestro relato, porque las historias son más potentes que los informes". Para él, la historia de Carmencita es más que un negocio; es una historia de sabores, de aromas, de familia, y de una comunidad que ha crecido con la empresa. La conexión con Novelda es clave, y Navarro se muestra orgulloso de mantener la producción en su lugar de origen: "Nos negamos a salir de Novelda. Todo nuestros trabajadores, aunque ya no todos son de Novelda, en un 90% lo son. La plantilla es una parte fundamental del proyecto empresarial y familiar".
También aborda los desafíos que la empresa ha enfrentado y las oportunidades del futuro. Menciona el papel de la globalización y cómo la inteligencia artificial podría ser clave para continuar innovando en un sector altamente competitivo: "Es un buen momento para que aprovechemos la inteligencia artificial y demos el cambio que hay que dar a las empresas". Sin embargo, reconoce la dificultad de mantener una presencia fuerte en la hostelería: "El cocinero tiene Carmencita en su casa y no lo tiene en el restaurante; ese es un reto importante para nosotros".
La tercera generación de la familia Navarro ha tenido la responsabilidad de mantener y hacer crecer la empresa bajo la sombra de esa estadística que dice que la tercera generación es la que destruye lo construido. Sin embargo, Jesús señala que, apoyados por la multinacional que tenían dentro, han sabido continuar con la labor de las generaciones anteriores: "La nueva planta, que ya está operativa al 80%, nos abrirá el camino para otros 100 años más".
La producción y distribución de especias sigue siendo el eje de la actividad de Carmencita, y Jesús destaca con orgullo que "el 60% de las especias que se consumen en el hogar las producimos nosotros". Las especias llegan desde el sudeste asiático y Sudamérica a Novelda, donde se esterilizan, mezclan, envasan y luego se distribuyen de vuelta a muchos de los países de origen. "Vienen especias y se va Carmencita", resume Navarro con una sonrisa.