En el Auditorio Palacio de Congresos de Castellón, donde se celebra el XXXVII Congreso de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), conversamos con Joan Pere Avariento, responsable de Sistemas de Información Geográfica (GIS) de FACSA. Avariento nos explica cómo estos sistemas son fundamentales para la gestión eficiente de las redes de agua.
Los Sistemas de Información Geográfica (GIS) funcionan como una base de datos que almacena información y geometría, permitiendo almacenar datos en formas de líneas, puntos o polígonos. En el caso de las empresas de agua, el GIS almacena la geometría de la red, incluyendo tuberías, válvulas y otros elementos. "Estos sistemas nos permiten saber qué está conectado con qué, facilitando el análisis y la comprensión de la red", señala Avariento. La utilidad de estos sistemas es similar a la de Google Maps, pero en lugar de buscar calles o establecimientos, se analiza la infraestructura de las redes de agua.
El GIS permite almacenar y visualizar datos en tiempo real, lo que facilita la toma de decisiones. "Es mucho más fácil y rápido entender y tomar decisiones viendo la información en un mapa en lugar de en un Excel", explica Avariento. Estos sistemas ayudan a detectar pérdidas de agua y mejorar la eficiencia del abastecimiento, entre otras aplicaciones.
Una de las principales aplicaciones del GIS en el sector del agua es la gestión de fugas. Cuando se detecta una fuga y se necesita reparar una tubería, el GIS indica qué válvulas cerrar para aislar la zona afectada. Además, al estar conectado con los abonados, se puede informar a los usuarios afectados sobre los cortes de suministro previstos. "Podemos ser mucho más precisos en nuestras intervenciones y ofrecer un mejor servicio", afirma Avariento.
El GIS también ayuda a poner en contexto la información relacionada con la red de agua. Al integrar datos de la meteorología y el tipo de suelo, por ejemplo, se pueden relacionar estos factores con las captaciones y tratamientos necesarios. Esto permite responder rápidamente a cualquier alerta y ser más eficientes en la gestión de la red.
FACSA dispone del mapa de todas las redes donde suministra, lo que es fundamental para gestionar eficientemente las tuberías y válvulas. Saber la ubicación y características de estas infraestructuras permite planificar mejor las inversiones necesarias para su renovación. "Los mapas nos ayudan a ser más eficientes a la hora de hacer inversiones, especialmente en redes antiguas que requieren renovación", comenta Avariento.
La antigüedad de las redes de abastecimiento, muchas de las cuales tienen más de 30 años, incrementa las pérdidas y la necesidad de inversiones. Aunque no es especialista en inversiones, Avariento reconoce que en España las inversiones en renovación de infraestructuras están rezagadas. Las herramientas GIS ayudan a maximizar la eficiencia de las inversiones limitadas disponibles.
Además, los GIS pueden crear sistemas de alertas para evitar incidencias en la red. Una de las líneas de trabajo de FACSA es el uso de inteligencia artificial para desarrollar mantenimientos preventivos basados en el histórico de datos. "Es mucho más eficiente y barato actuar antes de que suceda algo y tener que repararlo", asegura Avariento.
Joan Pere Avariento subraya la importancia de los Sistemas de Información Geográfica para gestionar y entender mejor las redes de agua. Gracias a estos sistemas, FACSA puede mejorar la eficiencia operativa, ofrecer un mejor servicio y realizar inversiones más eficientes, asegurando una gestión más sostenible y efectiva del recurso hídrico.