Mario Kempes es, para muchos, el símbolo más destacado del valencianismo. Considerado uno de los mejores futbolistas que ha tenido el Valencia CF, Kempes fue la figura central del equipo durante la segunda mitad de los años 70 y los primeros años 80. Bajo su liderazgo, el Valencia ganó una Copa, una Recopa y una Supercopa europea. Este periodo de éxito del Valencia surgió gracias a la iniciativa de José Ramos Costa, quien decidió invertir fuertemente en el club para convertirlo en un campeón.
Ramos Costa se destacó por gastar grandes sumas de dinero en fichajes, rompiendo el mercado al contratar a los mejores futbolistas disponibles en la liga española, salvo en los grandes equipos. Entre sus adquisiciones más notables se encontraba Mario Alberto Kempes, un jugador argentino descubierto por Pasieguito, un cazatalentos con un ojo excepcional para identificar futuras estrellas. Kempes, quien venía del Rosario Central, se convirtió rápidamente en el mejor de todos los fichajes de Ramos Costa.
La delantera del Valencia en esa época estaba compuesta por Kempes, el holandés Johnny Rep y el paraguayo Carlos "El Lobo" Diarte. Rep, quien había llegado del Ajax de Johan Cruyff, era conocido por su simpatía y amor por la fiesta. Según se cuenta, Rep incluso bebió una botella entera de coñac durante una entrevista para Canal Nou, reflejando su carácter festivo.
Por otro lado, Diarte tenía una imagen más rebelde y llamativa, con su pelo largo, camisas abiertas y joyas ostentosas. Provenía del Zaragoza, donde había formado parte de una delantera conocida como los "Zaraguayos". Diarte era un delantero potente con habilidades destacadas, pero también tenía un historial polémico, incluyendo una condena por estupro en Zaragoza, de la cual se libró gracias a un indulto gubernamental.
En el primer año de esta constelación de estrellas, Ramos Costa confió la dirección del equipo a Heriberto Herrera, un técnico paraguayo conocido por su disciplina estricta pero con poco conocimiento táctico. Herrera no entendió cómo manejar a estos talentosos jugadores, y su mandato en el Valencia duró menos de una temporada.
Durante su estancia en Valencia, Rep, Diarte, Kempes y otros compañeros disfrutaron al máximo de la vida nocturna de la ciudad. Su principal lugar de reunión era la discoteca Sami, un local de moda en los años 70 situado cerca de la Plaza Redonda. Sammy, decorada con sofás de sky, una pista de baile iluminada y una gran barra de madera, era el epicentro de la fiesta para los jugadores valencianistas. El propietario, Jesús Saiz, quien más tarde abrió Mister Chus y la mítica Suso, era una figura central en la vida nocturna de Valencia.
Las noches en Sami a menudo terminaban tarde, especialmente durante la semana cuando los jugadores podían disfrutar de mayor privacidad. Las fiestas a veces continuaban en la discoteca Brujas, ubicada en los bajos del hotel donde vivía Johnny Rep. Este establecimiento era otro punto clave para los jugadores, quienes disfrutaban de la vida nocturna valenciana con intensidad.
En contraste con esta vida de fiesta, Rainer Bonhof, un jugador alemán del equipo, prefería un estilo de vida más disciplinado. Bonhof se levantaba temprano para correr alrededor de su urbanización de lujo, demostrando una ética de trabajo que contrastaba fuertemente con la de sus compañeros de equipo.
La mezcla de talento y vida nocturna en el Valencia de los 70 y 80 creó una época legendaria en la historia del club, con Mario Kempes como su máximo exponente. Aunque las noches de fiesta y los escándalos fueron parte de esta era, el legado futbolístico de Kempes y sus compañeros continúa siendo una parte fundamental de la identidad del Valencia CF.