En el día de la República nos centramos en la abnegada labor de todos esos políticos que vinieron a regenerar la vida pública y a aportar pero que, ahora, pobrecitos, sólo pueden pensar en conservar el escaño, porque la cosa está muy achuchá. Para todos. Bueno, para todos, no. Ramón Tamames sigue por ahí revoloteando, esplendoroso, mientras su libro-discurso sacacuartos va por la enecientas edición y todos sus amigachos de cuya salud presumía en las entrevistas que dio para justificar que está hecho un chaval van palmando a la carrera. El último ha sido Fernando Sánchez Dragó y aprovechamos para recordar su vida y obra, ambas igualmente repugnantes, así como el fascinante proceso por medio del cual todos nuestros intelectuales más aclamados se han vuelto directamente fascistas y monárquicos.
Para compensar, y haciendo de la celebración republicana virtud, nos ocuparemos en nuestra recomendación cultural del reverso exacto de Dragó o Tamames: Tea Rooms, de Luisa Carnés, novela editada por Hoja de Lata, que no sólo es que fuera escrita en tiempos republicanos, sino que retrata las aspiraciones de las mujeres de la época y su proceso de paulatina liberación de la miseria... y de los hombres. Porque ya se trataba de eso, también ¡aunque no habían conocido aún a Sánchez Dragó!