Natural de Madrid y con más de una década viviendo en Barcelona, llegó a Valencia en 1982 y confiesa “la recuerdo mejor que me la pintaron”, vivió en esos años en la zona de Blasco Ibáñez y Viveros, me encantaba esa zona.
Escucha esta entrevista donde la diseñadora nos lleva por lugares apasionantes de Valencia como “el centro cultural la Beneficencia me cautivó y ahí de hecho, años después, realicé un desfile”.
Marta se declara urbanita “pero me gusta mucho el desorden de la vida en el campo, el ritmo es distinto al de la ciudad”. Recuerda que estuvo muchos años en el campo andaluz y ahora sueña con retirarse en el interior de Menorca.
Como tantos otros, disfruta cuando pasea por el casco histórico y se emociona hablando de lugares como la cúpula de Escuelas Pías en la calle Carniceros, un lugar donde siempre volvería. Ahora vive en Jorge Juan donde también trabaja y matiza “mi calle está llena de gente, y aunque tengo el trabajo a unos metros de casa, cuando quiero desconectar me bajo al río a hacer deporte”.