En el capítulo 26 destacamos el micrófono como capacitador de los contadores de historias. En un programa donde Aitor es baja por enfermedad y Mamen está afónica, el micro es importante para contar la historia de Madame Bovary en el clásico. También lo es para que Javier nos siga hablando de etiquetas y, desde luego, lo es para que Luis Zueco nos hable de El tablero de la reina, su última obra. Además, afónica y todo, Mamen nos cuenta cómo 26 páginas pueden teñir de amarillo la vida de cualquiera.