VALÈNCIA. Cultura de club y antropología valencianista de la mano de Albert Celades López, exentrenador del Valencia CF en la temporada 2019-2020. Cuando van a cumplirse cinco años de su llegada, Celades se pone a disposición de los oyentes de Veus Fé-Cé para responder a las preguntas que siempre quisieron hacerle sobre la temporada más convulsa de la historia reciente del Valencia CF.
El 11 de septiembre de 2019, horas después del comunicado oficial que oficializaba el cese de Marcelino García Toral y todo su cuerpo técnico, Albert Celades fue nombrado nuevo entrenador del Valencia CF. El exfutbolista, en su debut como primer entrenador en la élite, aterrizó en mitad de la tormenta en la capital del Turia, con una guerra civil abierta entre la mayoría de la afición y los delegados de Meriton Holdings en la ciudad, con Anil Murthy como cara más visible.
"Conmigo contacta Anil Murthy y me expone la situación de que quieren un cambio en el banquillo. Me fui a Singapur. Fue una reunión profesional como sucede con clubes que quieren conocerte. Son cosas que están en el día a día. En el 90% de clubes cuando hay un cambio de entrenador, ya saben cual van a poner o han hablado con él. Es el trabajo de la dirección deportiva o del presidente. No es nada anormal. Anil me llama y me dice que tiene buenas referencias mías -yo no le pregunto quién se las ha dicho- y así fue. Nunca hablé con Mateu o Longoria. Creo que Peter Lim sí que estaba enterado de todo lo que pasaba en el club. Las decisiones importantes las toma él. En mi caso tuve un encuentro con él y luego vino a Valencia tras pasar de grupo en Champions y también me reuní con él. Yo no tenía comunicación directa con Peter, la tenía con Murthy. Jamás tuve relación con Lim, solo hablé dos veces".
"No tengo ni idea de eso. Fue Murthy el que me contactó. Jamás me habló de nadie y no tengo nada que ver con eso".
"Está claro que en esa situación tenías que ser consciente porque el equipo venía de hacerlo muy bien, ganando la Copa del Rey. Todos sabemos que este cambio no fue por un tema deportivo. Todos mis respetos para Marcelino. Llegué a un sitio que sabía que era muy convulso históricamente. Sabía que había mucha gente que no estaba de acuerdo con ese cambio. Lo entiendo perfectamente. Intenté adaptarme a la situación. Mi primer objetivo fue conocer a las personas de dentro del club y al vestuario".
"Quiero aclarar que no tengo ningún vínculo con Lim. Me encontré con un vestuario que estaba viviendo una situación traumática. De repente hubo un cese de un entrenador cuando nadie lo esperaba. Había jugadores muy cercanos al entrenador que había salido. El vestuario tenía delante una situación dura y con un partido ante el Barça en tres o cuatro días. En aquel momento, mi preocupación era recuperar a los jugadores. Tuve conversaciones con ellos, pero bastante cortas porque no era el momento. Luego, poco a poco, quería que pasaran ese trauma. El vestuario estaba tocado, claro que sí. Quería recuperar a todos los jugadores, curar esa herida porque el Valencia es un club exigente y había que volver a estar arriba".
"Eso fue casi siempre. Yo tenía ruedas de prensa que había que verlas. En los primeros días los jugadores no querían hacer declaraciones, un poco en forma de protesta contra las decisiones del club. Recuerdo ir sólo a una rueda de prensa en Stamford Bridge. Me reuní con los capitanes y me dijeron que no tenía nada que ver conmigo. Me encontré en un club sin una jerarquía entre el entrenador y el presidente. La afición no quería a Anil y era difícil trabajar en un contexto así. Volviendo a Londres, lo único que hice fue empatizar con el vestuario y ponerme a su lado. Todo mi respeto y cariño para ellos".
"A Kang In le conocía de su etapa juvenil por mi trabajo en la Federación. Lo había visto jugar como a Ferran o Guillamón. A mí me gustaba mucho, pero en aquel momento tenía competencia con 18 años. Le hice jugar bastante, creo que jugó menos con los otros entrenadores. Me alegro que le vaya bien, su evolución ha sido grande. Tiene mucho talento y condiciones muy buenas".
"Vamos a ver... Cuando estás en un contexto como ese, claro que afecta. Aunque nosotros teníamos buen ambiente, siempre pasaban cosas más allá de esa. Con un contexto tan complicado, donde siempre había manifestaciones y las opiniones de la gente con el club no eran buenas... trabajar siempre es difícil. No es el mejor ambiente para desarrollar el trabajo. Pasar a octavos de Champions como primeros en un grupo con el Chelsea, Ajax o Lille, con todas nuestras dificultades, es para ponerlo en valor. Mestalla siempre nos dio un gran empuje".
"Eran cosas que no me ayudaban nada. El contexto era muy malo porque lo que hace es quitarte credibilidad con mucha gente. Los jugadores saben la realidad y está claro que fue algo feo. Tuve una conversación muy dura con Anil Murthy por este tema. Cuando me hablaban sobre despedir a algún empleado... yo decía que quería conocer primero a la persona. Los que se quisieron quedar, lo hicieron. No solo ocurrió con Camarasa, también con el readaptador Alberto. Creía que eran gente que estaba haciendo un buen trabajo y no había que despedirles. Prefería conocer antes de hacer algún cambio. No tenía ningún problema en decirle a Anil todas estas cosas".
"La clasificación en Ámsterdam. Empezamos a jugar esa fase de grupos con un Ajax que era subcampeón y que eliminó al Real Madrid, también el Chelsea o el Lille que había superado al PSG en Francia. Creo que hacía muchos años desde que el Valencia no pasaba como primero. Pusimos al Valencia entre los 16 mejores equipos de Europa y son cosas que hay que poner en valor".
"Fue una de las claves de que no aguantásemos el nivel, nos daba mucho a nivel defensivo y en salida de balón. Su lesión nos hizo mucho daño a nivel deportivo y humano. Hacía una pareja muy buena con Paulista. Me involucré en su renovación y me dolió mucho como fue el final de Garay en el Valencia. Esa situación me dolió. Había un principio de acuerdo y casi que lo celebramos con él, pero luego nunca llegó. Él fue muy generoso y, al tener una lesión de larga duración, se dio de baja cuando el club se lo pidió. Garay podía haber utilizado esa medida como fuerza para renovar. Recuerdo hablar con Garay y le dije que me iba a parecer bien lo que decidiera. Egoístamente, venía bien poder firmar a otro jugador porque Mangala también estaba lesionado. Al final, empezó a jugar Guillamón. Garay se dio de baja y al final no firmamos a nadie. El club no quiso. Garay fue generoso, pero el club no lo fue. El Valencia no estuvo a la altura en este tema. Confiaba en llegasen a un acuerdo, pero nunca llegó. Me supo mal y me dolió. Fue de los malos recuerdos que tengo de Valencia, no se lo merecía. Él se portó como un señor".
"El partido que no tenía que haberse jugado era el de la vuelta de Champions en Mestalla contra el Atalanta. Un partido a puerta cerrada, con muchos casos de covid, sin seguridad sanitaria al 100%. Me acuerdo de tener reuniones con el club y decir que no tenía sentido jugar a puerta cerrada. Jugar ese partido no tuvo sentido, el club debió plantarse. No fuimos capaces de remontar y caímos eliminados".
"No me la esperaba, no había motivos para ello. Estábamos peleando por Europa en la liga. Habíamos conseguido a nivel deportivo muchos millones para el club al meternos en octavos de Champions. Ya habíamos hablado de cosas para el año siguiente... Fue sorpresivo. Me lo comunicó Anil: que le había llamado Peter Lim y que ya está. Esas decisiones las toma Peter. Creo que Anil no era partidario, pero así fue".
"En absoluto. No había motivos para hacerlo. No tengo ningún reproche para nadie. Disfruté mucho mi tiempo en Valencia al margen de las dificultades. Me sentí bien tratado por la gente y es un sitio fenomenal. Intenté ayudar a que el equipo mejorase y hubiese un buen ambiente. Mi recuerdo de Valencia es excepcional como esas noches de Champions. Ojalá se puedan vivir pronto, pero no es fácil. No tengo una mala palabra para nadie".
"Sacamos a Ferran, que apenas jugaba y se acabó vendiendo al Manchester City. Sacamos a Guillamón cuando el Valencia no estaba por la labor de que siguiese. Era partidario de que Hugo se quedase porque era muy aprovechable. El tiempo me dio la razón porque acabó yendo al Mundial. Hugo lo consiguió cuando tenía el viento en contra. Hice lo que creía que era mejor para todos".
"Claro que lo sigo y me gusta. Está haciendo un trabajo buenísimo. Me encanta lo que ha construido. Esa mezcla con jugadores jóvenes con talento y desparpajo como Javi Guerra o Fran Pérez. Esa combinación con jugadores como Gayà, Guillamón o Jaume, al que todos los entrenadores queremos mucho por todo lo que aporta fuera del campo. Eso son jugadores que el Valencia tiene que conservar porque son valencianistas y son buenos".