Un buen número de futbolistas de color han vestido la camiseta valencianista a lo largo de la historia. Salif Keita fue el primer africano en hacerlo, en una época en la que el racismo era evidente y los rumores sobre sus atributos también
Desde la década de 1960, el Valencia CF ha contado regularmente con futbolistas negros en su plantilla. Estos jugadores no solo destacaban por ser una minoría en un equipo compuesto mayoritariamente por futbolistas blancos, sino que también aportaban una notable calidad al equipo. Este fenómeno ha sido una constante en la historia del club, marcado por la diferencia que traía consigo cada jugador negro que se incorporaba al equipo, tanto en términos de habilidades como de impacto en la afición.
Uno de los primeros y más destacados futbolistas negros en el Valencia fue Salif Keita, el primer africano en jugar para el club. Originario de Mali y proveniente del Olympique de Marsella, Keita llegó envuelto en cierta polémica. Un diario madrileño destacó su fichaje con el título "El Valencia va por alemanes y vuelve con un negro", reflejando el tono de la época. Además, su compañero Kino comentó que mientras otros equipos se reforzaban, el Valencia tenía "un negro que no rasca bola", señalando una crítica al desempeño inicial de Keita.
Keita, un delantero espigado y con una potente zancada, mostraba sus cualidades de manera intermitente. En varios partidos, especialmente en campos hostiles, parecía desconectarse del juego, dejando al equipo en desventaja. Sin embargo, en casa, Keita ofrecía exhibiciones memorables, como las recordadas actuaciones contra el Oviedo y el Racing de Santander en Mestalla, donde su talento fue determinante para las victorias del equipo.
Además de su rendimiento en el campo, Keita era conocido por su carácter reservado fuera de él. Era muy pudoroso en el vestuario, evitaba las duchas colectivas y mantenía una estricta privacidad, lo que llevó a algunos compañeros a descubrir que la leyenda sobre la dotación física excepcional de los jugadores negros podría aplicarse a él. Este mito contribuyó a su fama de amante de la noche valenciana, aunque Keita desmintió tales rumores, atribuyéndolos a una estrategia de los directivos del Olympique de Marsella para facilitar su salida.
Después de tres temporadas en Valencia, donde anotó 23 goles, Keita dejó el club y jugó en Portugal y Estados Unidos antes de retirarse. Regresó a Mali, donde ha ocupado diversos cargos políticos y trabaja para su fundación, además de ser asesor del primer ministro.
Más de dos décadas después, otro jugador, Jocelyn Angloma, reavivó la leyenda de Keita en el vestuario valencianista. Aunque Angloma, un lateral francés, no tenía la capacidad goleadora de Keita, los rumores sobre su dotación física persistieron. Durante una cena con Claudio Ranieri, entonces entrenador del Valencia, se le preguntó sobre este mito. Ranieri, conocido por su expresividad, confirmó con humor y asombro la leyenda sobre Angloma, diciendo que su famoso regate podría resolverse "con la tercera pierna".