Aunque parezca extraño, cuando el discurso feminista estaba todavía por elaborar, algunas mujeres fueron pioneras en romper barreras en un mundo de hombres. Su suele citar al movimiento sufragista como uno de los antecedentes del feminismo pero, casi olvidado, está el papel que jugó el espiritismo a la hora de romper el destino de una parte de la población que solo podía elegir entre ser monja, madre o prostituta. En el mundo de las comunicaciones con el más allá (y no lo digo por mi) las mujeres podían sustituir al cura en la ceremonia, defender una agenda política o, incluso dirigir organizaciones en las que los hombres eran los subalternos. Esa relación espiritismo / feminismo llegó a también al mundo del arte como muestra la exposición Alma: Médiums y visionarias, que podrá visitarse en el museo Es Baluard (Museo de Arte Moderno i Contemporáneo de Palma) hasta el próximo 2 de junio. Su comisaria, Pilar Bonet, nos explica en qué consiste la muestra y sus implicaciones.