El exjugador del Valencia CF, Míchel Herrero, ha analizado la actual situación del club de Mestalla en las últimas temporadas durante una entrevista concedida al programa Veus Fé Cé.
“’Pipo’ fue de quién aprendí en los entrenamientos, siempre me daba consejos, aunque yo jugase en su puesto. Luego se hizo entrenador cuando se retiró. Recuerdo cuando le manteamos en su último partido porque se marchó una leyenda del Valencia CF y de España. Ahora está haciendo un trabajo magnífico en el Valencia CF. El Valencia hoy en día es de mucha juventud y le está sacando un rendimiento brutal”.
“El otro día me comentaron mis amigos que ahora mismo yo jugaría 15 años en el Valencia. Puede ser. No cambió tampoco mi historia en el Valencia CF. Ahora son otras circunstancias y tienen mucho mérito los chavales que están. Su trabajo está siendo muy bueno con muy pocos veteranos. Me gusta mucho Javi Guerra, es parecido a mí, aunque tiene más llegada”.
“En el Valencia CF quizá me faltó la experiencia que gané con el paso del tiempo. Me habría gustado más estar en el club, pero en esa época fue complicado. Llegaron jugadores muy contrastados como André Gomes, Negredo o Rodrigo Moreno. Siempre he dicho que ese tipo de jugadores son muy buenos, pero el sentimiento y corazón que iba a dar yo no lo tenían. Me hubiera gustado estar más tiempo en el Valencia, pero no pudo ser”.
Míchel Herrero rememoró en el podcast Veus Fé-Cé, de Plaza Podcast, el EuroLevante de la temporada 2012/2013, que jugó la Europa League y cayó eliminado en octavos de final ante el Rubin Kazán. El año anterior, el equipo dirigido por Juan Ignacio Martínez -con Javi Pereira como segundo- había logrado clasificar para competición europea por primera vez en su historia, y el paso por el viejo continente fue un sueño para la parroquia granota. Míchel, valencianista de cuna, firmó en Orriols el verano de 2012 y vivió uno de los mejores cursos de su carrera, tal y como reconoce en el espacio de Paco Polit: "Sabíamos que éramos un 'equipucho', pero disfrutábamos del momento, y con esa mentalidad llegamos donde llegamos", recuerda el centrocampista.
Y es que, para él, tuvo gran valor el vestuario que se formó en aquella época, hace ya más de una década: "Ballesteros, Iborra, David Navarro, Pedro López, Héctor Rodas, luego debuta Roger, Rubén García... Éramos muchos de la terreta y formamos una familia", admira el futbolista de Burjassot, ahora en las filas del Torrent CF. "Es muy difícil que se repita eso. Cada partido y cada eliminatoria era una fiesta. Venían todos los empleados en el avión, las familias... era una fiesta. Nunca éramos los favoritos", añade.
En aquella campaña europea en Orriols, hubo varios momentos clave. La eliminatoria de dieciseisavos en Grecia, ante Olympiakos, fue "brutal": "Es muy difícil que se repita eso. Cada partido y cada eliminatoria era una fiesta. Venían todos los empleados en el avión, las familias... era una fiesta. Nunca éramos los favoritos", dice el valenciano cuando rememora el viaje a El Pireo.
El de Rusia, ya en octavos, fue otra historia, aunque Míchel también lo relata con cariño: "Ante el Rubin Kazan, en el partido de ida en el Ciutat empatamos a cero y me expulsaron. Estaba lloviendo, me resbalé pisando el balón y di a un rival. Me dolió en el alma no poder jugar en Rusia. Volé con el equipo. Me acordaré perfectamente de aquello, fue también brutal.
La única temporada de Míchel Herrero como futbolista del Levante se saldó con un recuerdo especial. Fue una, pero intensa. "Quico Catalán y Manolo Salvador mostraron mucho interés por mí y el levantinismo me recibió muy bien desde el primer momento", dice, aunque asegura: "La gente tenía una pequeña duda conmigo porque vienes de la otra acera de la ciudad, pero me respetaron. Luego todo fue muy bien y a tope con Míchel". El Valencia se guardó una opción de recompra sobre el centrocampista de 400.000 euros una vez firmó en el Ciutat. Y fue ejecutada en el verano de 2013, cuando Djukic encaraba su primer curso en Mestalla. "Ojalá estuviera quince años de mi carrera en Valencia, pero el fútbol no se acaba en un club", reconoce Míchel en Veus Fé-Cé.
Cultura de club y antropología valencianista de la mano de Míchel Herrero, exfutbolista del Valencia CF.
¿Qué se necesita para ser canterano de un club de élite y triunfar en el equipo de tus sueños? Tras esta charla, descubriréis que hay muchos factores a tener en cuenta. El Torrent CF abrió las puertas del Estadio San Gregorio a Veus Fé-Cé para sentarse tranquilamente en la sala de prensa con su fichaje de campanillas el pasado mercado invernal: Míchel, veterano futbolista con una dilatada trayectoria por clubes de toda España y cuyos orígenes deportivos se hallan precisamente en el Valencia.
Recordamos junto al centrocampista los inicios en su Burjassot natal, una de las 'cunas' de grandes futbolistas en la provincia. Su talento no pasó desapercibido para el Valencia, que lo captó en categoría infantil... aunque las cosas no le fueron demasiado bien debido a su altura. Considerado 'bajito' por los técnicos, acabó siendo descartado por la cantera valencianista, generando una crisis de confianza y estando a punto de dejar el fútbol por ello.
Míchel regresó a 'casa', a jugar al fútbol con sus amigos de toda la vida, y tras pegar el estirón un par de años después acabó volviendo a Paterna para, ahora sí y con la confianza del técnico Óscar Fernández, ganarse un hueco importante en el filial del Valencia CF.
Corría verano de 2008 cuando el buen nivel físico y futbolístico del chaval no pasó inadvertido para Unai Emery: en su primera temporada en el Valencia, el vasco dio la alternativa a Míchel en Copa del Rey, propiciando aquel gran momento en Mestalla con el gol del canterano al Portugalete, celebrado con lágrimas en los ojos y besando el césped de Mestalla.
Tras dos años con pocas oportunidades en la primera plantilla, una ilusionante cesión al Deportivo de la Coruña se tornó en pesadilla por una grave lesión de rodilla que le tuvo casi toda la temporada en blanco. De la necesidad hizo virtud: al año siguiente, ya recuperado, el mediapunta encontró minutos de calidad en el Hércules, paso previo a una fructífera temporada 2012-2013 en aquel Eurolevante de Juan Ignacio Martínez.
Tras ser repescado por el Valencia al verano siguiente, su año con Djukic y posteriormente con Pizzi no le sirvió para ganarse un hueco en un club que cambiaba a toda velocidad, con la venta a Peter Lim como telón de fondo. Al siguiente verano, Nuno le dijo que se buscase equipo.
Míchel hizo el petate rumbo a China para jugar en el Guangzhou, luego estuvo unos meses en Oviedo y encontró su sitio en el Real Valladolid: fichado por Braulio, pasó cinco temporadas muy buenas en Pucela llegando a ser uno de los capitanes. Su historia deportiva sigue a día de hoy, como nuevo refuerzo del Torrent en Segunda RFEF tras año y medio en el Hércules.
Desde el Estadio San Gregorio de Torrent.