Reportajes

internacional

Lecciones de Alemania para Valencia

VALÈNCIA. Todo vuelve. Eso es lo que sintió la alemana Missi Motown al ver las imágenes de la Dana de Valencia que, por desgracia, no eran nuevas para ella. Tampoco las muertes, el agua en los garajes, las casas destruidas, el barro o las montañas de escombros que formaron parte del paisaje urbano de su idílico pueblo hasta, al menos, tres meses después de la riada. Ella vivió en primera persona algo similar a lo que pasó en Valencia en la noche del 14 al 15 de julio de 2021, cuando el agua dejó 134 fallecidos en el valle del Ahr, una zona rural, montañosa y turística del centro de Alemania. Fue la zona más dañada por las inundaciones de Europa central, provocadas por una tormenta (Bern) que alcanzó también a Suiza, Bélgica y Luxemburgo. 

De las 56.000 personas que vivían, en julio de 2021, en el valle del Ahr, 42.000 se vieron afectadas y 17.000 perdieron todas sus pertenencias. A día de hoy, casi tres años y medio después, aún hay signos de destrucción. Hoteles derruidos y abandonados, casas en ruina, zonas en construcción. «Claro que ha vuelto la normalidad, lo que pasa es que lo normal ahora es distinto a lo que era antes», cuenta Missi Motown, el nombre con el que se hace llamar Nicole Schober. Ni siquiera su vida tiene nada que ver con lo que era antes. En los días más oscuros tras la catástrofe se puso al frente del equipo de voluntarios y organizó el apoyo en las primeras horas de caos, cuando la población estaba desbordada. Puso en marcha los centros de información a los afectados, y de ahí pasó a dirigir a un equipo de personas especializado en gestión de catástrofes, que la ha llevado a colaborar en los terremotos de Turquía o  la guerra en Ucrania. Ahora, su organización Helferstab Katastrophenhilfe está recaudando fondos y enviando ayuda a las zonas afectadas por el temporal en la Comunitat Valenciana.

Una actuación similar a Valencia

A Missi Motown le cuesta creer que ambas catástrofes tengan tantos puntos en común. En el valle del Ahr hubo descoordinación entre las administraciones e incluso la autoridad local, Jürguen Pföhler, que era la responsable de declarar el estado de emergencia, no activó la alarma oficial de la catástrofe hasta más allá de las 23 horas, tres horas después de que los bomberos voluntarios de los pueblos ya hubiesen pasado a pedir a sus vecinos que no se metieran en sótanos y que protegieran sus casas. Y no solo eso. Tampoco en el caso de Alemania el líder local encargado de emitir la alarma estuvo al frente de la gestión. De hecho, los alcaldes de los pueblos lo intentaban localizar sin éxito, una situación paradójicamente similar a la que sucedió en Valencia con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, que estuvo en una comida y se incorporó pasadas las 19 horas de la tarde a la reunión de coordinación. La comisión de investigación alemana subrayó que la gestión de la emergencia estuvo marcada por la tardanza, la falta de comunicación efectiva y la ausencia de responsables políticos.

Recibe toda la actualidad
Plaza Podcast

Recibe toda la actualidad de Plaza Podcast en tu correo