VALÈNCIA. Siguen sin moverse las posiciones entre el Partido Popular de Valencia y la oposición, Compromís y PSPV, para alcanzar un acuerdo que permita aprobar las fichas urbanísticas del futuro Nou Mestalla. Las últimas sentencias del TSJ conocidas la pasada semana, que confirman la anulación de la ATE, dejan vía libre para construir un nuevo marco para la construcción del nuevo coliseo.
Para ello, el Ayuntamiento de València que dirige María José Catalá debería aprobar las nuevas fichas antes de agosto, cuando acaba la suspensión de licencias, pero el rechazo de su socio de gobierno, el grupo municipal Vox, le aboca a buscar los apoyos de la coalición valencianista o de los socialistas.
Estas fichas urbanísticas afectan a los terrenos tanto del Nou Mestalla como del antiguo estadio. Y en ellas, además de incluir aspectos arquitectónicos, el consistorio fija los condicionantes para que el Valencia CF pueda explotar los aprovechamientos urbanísticos residenciales (75.900 metros cuadrados) y terciarios (54.000 metros cuadrados), obligándole antes a ejecutar determinados hitos, como la construcción del polideportivo de Benicalap o la conclusión del propio estadio.
En ese sentido, el próximo 3 de agosto se entiende como una suerte de fecha límite. Entonces expira la suspensión de licencias aprobada hace casi dos años por la Generalitat Valenciana cuando resolvió de manera anticipada la ATE. Lo deseable para la administración es que, para esa fecha, estén aprobadas las fichas urbanísticas porque, si se sobrepasa ese día, el promotor puede solicitar los permisos sin condiciones, como ya explicaba el sábado Valencia Plaza.