Han pasado 3 años desde que el 14 de marzo de 2020 a última hora de la tarde, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera tras una reunión del Consejo de Ministros de más de 7 horas. Se había aprobado el Real Decreto de la declaración del estado de alarma con el objetivo de contener la pandemia de coronavirus. Más de 18 millones de españoles siguieron en directo las palabras del presidente.
Era algo inaudito e inimaginable pocas semanas antes y se esperaba, equivocadamente, que las medidas sólo duraran 15 días. En realidad, fue el comienzo de una crisis sanitaria sin parangón en la era moderna.. Pese a que el mundo cerró sus puertas de par en par, los casos no dejaron de crecer.
En España, la enfermedad deja ya casi 120.000 muertos y cerca de 14 millones de casos confirmados. Es la peor de las consecuencias, pero la también la economía mundial sufrió un mazazo. Con las empresas cerradas y el consumo detenido, los ERTES fueron la única salida para muchos. Otros se reinventaron.
La Covid planteaba nuevas necesidades. Había que desinfectar y las mascarillas acabaron siendo obligatorias. Tras un periodo inicial en el que la demanda era mucho mayor que la oferta, el mercado acabó inundándose de empresas reconvertidas en nuevos proveedores sanitarios.
¿Qué ha sido ahora de ellas? ¿Dónde está la economía del Covid? Se lo preguntamos a Esther Pérez, portavos de Airnatech, empresa castellonense que llegó a ser el mayor productor español de mascarillas y a Osvaldo Sánchez, CEO de Neoplastics, una compañía que pasó del desarrollo software a la fabricación de productos sanitarios y actualmente comercializa plásticos reciclados.