El síndrome del bebé zarandeado puede ocurrir tanto de forma accidental, durante el juego o la manipulación del bebé, como de manera intencionada, como forma de maltrato infantil
El síndrome del bebé zarandeado es un grave problema que afecta a los lactantes y que puede tener consecuencias devastadoras para su salud cerebral. Este síndrome se caracteriza por el movimiento brusco y violento de un lactante, que puede provocar lesiones cerebrales graves debido al impacto del cerebro contra las paredes óseas del cráneo. El doctor Valero Sebastián Barberán, portavoz del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría, explica que los lactantes son especialmente vulnerables a este tipo de lesiones debido a su cuello poco desarrollado y su musculatura débil, lo que dificulta la capacidad de sostener la cabeza y proteger el cerebro durante el movimiento.
El síndrome del bebé zarandeado puede ocurrir tanto de forma accidental, durante el juego o la manipulación del bebé, como de manera intencionada, como forma de maltrato infantil. Los casos más frecuentes suelen estar asociados a momentos de estrés por parte de los cuidadores, como los cólicos persistentes del lactante o el llanto inconsolable, que pueden llevar a los padres a perder la paciencia y recurrir al zarandeo como una forma de calmar al bebé.
Es importante destacar que el síndrome del bebé zarandeado no siempre es resultado de maltrato intencional, sino que en muchos casos se produce por falta de conocimiento sobre la fragilidad del cuerpo del lactante y la gravedad de las lesiones que pueden provocarse con este tipo de movimientos. Por ello, la labor de los profesionales de la salud, especialmente los pediatras, es fundamental en la prevención, detección y tratamiento de este síndrome.
Los padres y cuidadores deben ser instruidos sobre la importancia de manejar con cuidado a los lactantes y evitar movimientos bruscos que puedan poner en riesgo su salud. En los exámenes de salud infantil, se ofrecen consejos a los padres sobre cómo actuar ante situaciones de estrés y cómo manejar el llanto persistente del bebé sin recurrir al zarandeo. Además, se les informa sobre los síntomas que pueden indicar la presencia de lesiones cerebrales en el lactante y la importancia de buscar atención médica inmediata en caso de sospecha.
Cuando se sospecha o se confirma un caso de síndrome del bebé zarandeado, se activan protocolos de intervención que incluyen estudios médicos para evaluar el alcance de las lesiones cerebrales y la implicación de los servicios sociales y la Fiscalía para investigar posibles casos de maltrato infantil.
En cuanto a la educación y concienciación sobre este síndrome, se enfatiza la necesidad de informar a los padres y cuidadores sobre los riesgos asociados al zarandeo de los lactantes y la importancia de tratar con delicadeza y paciencia a los bebés. Se destaca que este problema no se limita a los lactantes, aunque son los más vulnerables, sino que también puede afectar a niños más mayores en menor medida.
El síndrome del bebé zarandeado es un problema grave que puede tener consecuencias devastadoras para la salud cerebral de los lactantes. La prevención, detección y tratamiento adecuados son fundamentales para proteger a los bebés de este tipo de lesiones y garantizar su bienestar.
Dirección: Rafa Lupión | Redacción: Lucía Nadal | Producción: Nacho Guerrero
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