De la cabeza a los pies. Desde un dolor facial al provocado por la fascitis plantar. IMED Valencia consigue eliminar o reducir el dolor de múltiples patologías mediante técnicas mínimamente invasivas y, la mayoría, de manera ambulatoria con anestesia local, afirma el doctor Manuel Cifrián, responsable de la Unidad de Técnicas Mínimamente Invasivas para el Tratamiento del Dolor (UTEMI).
En su visita a Plaza Radio nos ha contado como se trabaja en su departamento para mejorar la calidad de vida de las personas. “Es una unidad basada en la radiología intervencionista para la valoración y tratamiento de pacientes que presente dolor osteomuscular, oncológico, a nivel de raquis, cervical, lumbar, hombro, rodilla, cadera…”
En primer lugar se realiza una valoración integral del paciente a través de una exploración física, su historial clínico y técnicas de imagen como fluoroscopía, TAC y ecografía.
“Una de las principales ventajas que se obtiene con estas técnicas, en comparación con las soluciones quirúrgicas, es que ofrecen una elevada eficacia y, al tratarse de una intervención mínimamente invasiva, permite la incorporación rápida del paciente a su trabajo y a su actividad habitual”.
Entre las técnicas más novedosas y llamativas está el tratamiento de las hernias discales. El doctor Cifrián describe como se actúa ante esta patología: “Se debe confirmar que el dolor que padece el paciente es provocado por la hernia discal. En caso afirmativo, se realiza un tratamiento guiado por imagen. Con anestesia local se introduce una aguja muy fina que llega hasta el problema que causa el dolor. Esta aguja sirve de guía para poder aspirar la hernia, o quemarla, y retraerla. Son sistemas tan finos que no requiere poner puntos ni grapas.
Así se trata la hernia que está comprimiendo el nervio pero de una forma poco agresiva sin cortar músculos, ligamentos o hueso. A diferencia de la cirugía convencional tampoco hay fibrosis, cicatrización con lo que se evita que surjan problemas a corto o largo plazo. Este procedimiento dura entre 45 y 60 minutos y la mayoría de los pacientes notan mejoría al día siguiente. Una mejoría que al mes ya está consolidada. Además, el paciente puede retomar su vida al día siguiente. En cambio, en una cirugía convencional tardaría, como mínimo, entre seis o siete semanas en poder llevar una vida normal.
Otra de las técnicas más novedosas de esta unidad de IMED Valencia son las basadas en medicina regenerativa y células madres. “Mediante estas técnicas tratamos no solo el dolor del paciente sino que podemos regenerar las estructuras dañadas. Empleada muchas veces en combinación con otras técnicas, conseguimos una mejoría rápida del dolor del paciente y revertir los cambios degenerativos de rodilla, hombro, cadera y columna vertebral”, explica el responsable de UTEMI.
Estas técnicas han irrumpido recientemente pero ya tienen una evidencia científica clínica y una alternativa fiable a la cirugía convencional para muchas patologías además de realizarse de manera ambulatoria en la mayoría de las ocasiones.
En ocasiones acuden a su consulta en IMED Valencia pacientes que han sido intervenidos de la columna pero aún presentan dolor. “En estos casos podemos realizar tratamientos como la epiduroscopia, que permite tratar a los pacientes con síndrome de cirugía fallida de espalda sin necesidad de volver a intervenir al paciente”
Desde pacientes jóvenes a deportistas o personas con una edad avanzada pueden beneficiarse de las más de cincuenta técnicas de intervencionismo mínimamente invasivas para el tratamiento del dolor que ofrece IMED hospitales.
“El dolor cuando se hace crónico puede afectar a todas las esferas de la vida. Con estas técnicas mejoramos la calidad de vida de los pacientes”, concluye el doctor Cifrián.
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