Tras el cierre por el PP de la histórica Canal 9, el Botànic —PSPV-PSOE, Compromís y Podem— impulsaron la recuperación del servicio público de la radiotelevisión valenciana. Lo hicieron, además, con un concurso público para elegir al primer director general o directora general. Algo parecía que había cambiado pero una sucesión de errores y horrores desvirtuaron aquel proceso que acabó en los tribunales donde el TSJCV anuló el nombramiento tras un recursos del periodista Pere Valenciano que aspiraba junto a otras personas a ese puesto. Fallo que ratificó el Tribunal Supremo. Ahora, el fundador de El Periódico de Aquí, cuenta los entresijos de aquel proceso que originó muchos problemas en los primeros años de À Punt.
Con Valenciano hablamos, este martes, de À Punt, Crónica de un fracaso anunciado en La Entrevista. Explica el periodista que no se trata de una vendetta, sino, una suerte de terapia y "de justicia, hay que publicar la verdad", que pretende reflejar, por escrito, aquel proceso de recuperación del ente autonómico tras el esperpéntico cierre de RTVV por parte del gobierno del Partido Popular, y que señala los claroscuros, la falta de transparencia de un concurso público que acabó con Empar Marco, ex corresponsal de TV3 en la Comunitat Valenciana, como la vencedora, a pesar de tener el tercer peor currículum de los aspirantes. Es decir, que se vistió de concurso el nombramiento de Marco, que según Valenciano, era la candidata, entre la última terna, de la ex vicepresidenta Mónica Oltra, "Oltra y Compromís apostaron por Marco, lo explico en el libro".
No solo pone el acento en ese proceso, sino en el poder del Consell Rector y las irregularidades cometidas en aquel entonces. No todos se leían los proyectos, algunos ni siquiera se miraron, y los baremos para medir los currículums se publicaron 9 días después de finalizar el plazo de presentación de proyectos, entre otras lindezas, como escribe el periodista. Un Consell que debería estar plagado de profesionales de los medios, pero que se compone de profesores universitarios e intelectuales sin bagaje alguno en este mundo como señala el autor. "Algunos, incluso, con incompatibilidades", apunta Valenciano, señalando a quien decidió y puntuó a Marco.
Elección del nombre, incumplimiento del programa de Marco, silencios atronadores en la prensa, vetos y muchas historias presentes en este trabajo, en el que no se aborda el proceso de selección del actual director, Alfred Costa, "porque no fue como el primero, sino que mejoraron la técnica de manipulación", aunque asegura Valenciano que la diferencia entre uno y otra, es abismal, entre otras razones, "porque Costa es un profesional y está haciendo las cosas, razonablemente, bien, en la medida que le dejan, claro".