VALÈNCIA. Desde que Juanma Moreno Bonilla anunciara la supresión del Impuesto de Patrimonio en Andalucía y la deflactación del IRPF autonómico, se han sucedido las críticas desde la izquierda. Para tratar de comprender lo que supone la armonización fiscal de la que tanto se habla, lo mejor es acudir a quienes saben para tratar de entenderlo de la mejor manera posible. Hablamos , por ello, con Rafael Granell que es Doctor en Economía y Profesor Titular del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia, miembro de la Cátedra de Tributación Autonómica y de la Comisión para el Estudio de la Reforma Tributaria en la Comunidad Valenciana.
Explica el profesor que "las CCAA tienen capacidad para regular diferentes impuestos para adaptarla a las necesidades de su territorio y ahora se pretende limitar esta autonomía y que los impuestos sean similares en todas las CCAA, y antes en España antes de las autonomías había un solo impuesto de cada tipo y para todos, igual, al alza se ha hecho poco, y sí, a la baja, habría que ir a un estándar que ya está fijado a nivel nacional".
En este contexto se discute sobre la idoneidad de una armonización, de una reforma fiscal del sistema tributario del Estado debe vincularse a un cambio del sistema de financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común. "Tienen mucho que ver, pero no es vinculante, no es condición indispensable que para una reforma se haga otra, pero lo que necesitamos, evidentemente, es un cambio de sistema de financiación y ya que se modifica ese sistema vendría bien cambiar las reglas fiscales de cada uno de los impuestos que tenemos", explica el profesor.
Cuando se habla de armonización, se puede entender a que se reintegre o se reimplante un determinado impuesto en alguna CCAA pero "los impuestos no se quitan, se bonifican, y que las CCAA tengan autonomía para cambiar impuestos y acercarlos a la realidad de sus necesidades de su población es lo correcto pero si esa autonomía es demasiado grande en algunos impuestos puede llevar a la movilidad de bases, es decir, una Comunidad quita los impuestos a las rentas más altas, puede ser que la gente mueva su residencia fiscal a ese territorio, y entonces entramos en un juego de suma cero, todas podrían hacer lo mismo y los impuestos desaparecerían y nos quedaríamos sin poder pagar los servicios", sostiene Granell.
Incide el profesor Granell en este argumento, sobretodo tras conocer que Juanma Moreno Bonilla invitaba a los catalanes a trasladarse a Andalucía. "Al final está indicando que haya movilidad de rentas y patrimonios elevados y que vayan a Andalucía, y si todos hacemos lo mismo, nos quedamos sin impuestos, la idea de la armonización es fijar una cantidad mínima para que nadie pase de ese mínimo y evitar esa movilidad".
"En cualquier caso si hay una reforma fiscal a nivel nacional o autonómico, ésta será siempre con componente ideológico. Aunque sea en el marco de combatir la crisis, en las que se habla de luchar contra la inflación, y hacerlo o con rebajas o adaptación de precios. "No se puede abordar sin ideología, lo de la inflación sí, pero en impuestos progresivos como IRPF, Sucesiones y Patrimonio hay que decidir cuánto quieres que sean de progresivos, es decir cuánto porcentaje quieres que paguen de más la gente con rentas altas o con rentas bajas, y en eso, no hay una cantidad ideal, cada uno según su ideología lo hará de una manera u otra", entiende el profesor.