El peso de la agenda valenciana recae en Ximo Puig tras el ninguneo de Pedro Sánchez a Compromís. Es una de las conclusiones que se desprende de la primera ronda del debate de investidura que concluyó ayer con el rechazo a la candidatura de Sánchez. El socialista no mostró ninguna sensibilidad especial hacia las exigencias que puso sobre la mesa Compromís.
Así, el aspirante a repetir en La Moncloa solo obtuvo el ‘sí’ de su partido y del Partido Regionalista de Cantabria. Un total de 124 apoyos, muy lejos de los 176 en los que se sitúa la mayoría absoluta necesaria en la primera votación.
No obstante, las abstenciones de Unidas Podemos, PNV y EH Bildu, además de la Compromís, dejan a Sánchez en una posición de cierta maniobrabilidad de cara a la segunda convocatoria el próximo jueves, en la que solo es necesario obtener más votos positivos que negativos.
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