VALÈNCIA.
Instalar placas solares en una vivienda donde vive una familia de cuatro miembros y que tiene un consumo de electricidad ajustado a la media, podría costar alrededor de 6000 euros. De esta cantidad, Bruselas subvencionará más del 50% del coste.
Hace tan solo unos días que se ha publicado en el BOE y en el DOGV la normativa que regula el procedimiento, los requisitos y la cuantía de las ayudas. Vicente Pérez Guaita, ingeniero y consultor de energías renovables, ha explicado en el programa Hablamos de Europa de la 99.9 Plaza Radio, los pasos que se deben seguir para optar a dichas ayuda.
Lo primero es llamar a un instalador autorizado y solicitarle un presupuesto que incluya el estudio y la gestión de las ayudas ante conselleria. Este proceso sería similar al que se realiza, por ejemplo, cuando se adquiere un calentador.
Para saber cuántos módulos instalar en la vivienda unifamiliar, en una finca con varias hectáreas de terreno o en la comunidad de vecinos es imprescindible conocer el consumo energético durante el último año. El técnico realizará una simulación para ver cuál es el mejor escenario teniendo en cuenta los años necesarios para amortizar el coste, que suelen oscilar entre cinco y diez años.
Baterías: caras y poco rentables...casi siempre
Otro de los aspectos que se tendrá en cuenta es la posibilidad de instalar baterías. En la actualidad no se suelen aconsejar ya que no son rentables por su elevado precio, pese a estar también subvencionadas por los Next Generation. Sin embargo, habrá que estudiar caso por caso.
Ahora ya solo queda poner las placas solares, reducir la factura de la luz un mínimo del 50% (el concepto de energía) y esperar a recibir la subvención. En principio, parece muy fácil.
Incluso, en instalaciones donde el coste subvencionable supere los 50.000 euros, si se cumplen los parámetros establecidos por la administración, se puede recibir parte del dinero por adelantado.
En cuanto a las segundas residencias también son beneficiarias de estas ayudas.
Comunidades de vecinos
Si un tercio de los integrantes de la comunidad que representen, a su vez, un tercio de las cuotas de participación quieren instalar energía solar en las terrazas comunes, el resto no se podrá negar aunque no está obligado a participar. Es el autoconsumo colectivo, tanto para las propias viviendas como para la luz comunitaria.
El presupuesto debería llevar un estudio mínimo de consumos de cada usuario que vaya a entrar en el esquema de consumo compartido, para saber cuál es la potencia óptima a instalar (si el espacio lo permite).
Lo que parece que está claro es que hoy en día es complicado ser autosuficiente incluso si se han instalado baterías suficientes. También por un motivo de seguridad por si se produce un fallo en la propia instalación. Por ello, recomienda tener el respaldo de una compañía eléctrica a la que, además, se le venderían los excedentes de energía generada. Eso sí, tampoco nos vamos a hacer de oro. Si, por ejemplo la energía se compra a 200 la venderíamos a 50.
También hay empresas que se encargan de realizar la instalación, corren con todos los gastos y el mantenimiento pero mantienen la titularidad de las placa durante un tiempo. A cambio, te dejan el precio de la luz mucho más económico que, en estos momentos, podría ser el de un tercio del precio de mercado. Impuestos no incluidos. Es decir, les cedes el terreno a cambio de un precio económico de la luz y cuando pasan unos diez o quince años recuperas la titularidad de la instalación. ¿Compensa? Todo depende... Habrá que hacer muchos números.
Las subvenciones se adjudicarán por orden de solicitud hasta que se agote la cantidad asignada a cada comunidad. Aunque parece que hay fondos suficientes, tampoco hay que confiarse!
La revolución de los tejados ya está aquí!