Llega el verano y con él comienzan a desaparecer compañeros del trabajo, o tal vez seamos nosotros mismos los que decimos adiós, camino de unas merecidas vacaciones. El mismo periodo vacacional que en principio debería curar nuestro cansancio puede convertirse, muy al contrario, en el origen de nuestros males, en lo que se conoce como síndrome prevacacional. Por muy contradictorio que resulte, la llegada del descanso supone un problema antes que una buena noticia para un elevado porcentaje de la población.
El síndrome pre vacacional afecta a tres de cada diez trabajadores. Se trata de una afectación importante que puede ser incluso mayor en otras sociedades.
Una de las causas de ese síndrome prevacacional es sin duda la autoexigencia, por querer dejarlo todo resuelto antes de irnos, y por la incapacidad para desconectar, pero querer es poder y se puede conseguir.
Hablamos con Xavi Savin, Psicólogo Sanitario y experto en psicología del Trabajo y las organizaciones y con Víctor Tatay, Director regional de Adecco en Levante y Baleares.