La Cátedra BECSA-UPV surge de la colaboración entre la empresa constructora BECSA y la Universitat Politècnica de València, con el objetivo de acercar el día a día de la ingeniería civil y ambiental a los futuros profesionales. Tatiana García Segur, su directora, explica que el propósito central es “acercar la ingeniería a los estudiantes, que entiendan los distintos roles que existen y que puedan tomar decisiones informadas sobre su futuro profesional”.

Bajo la iniciativa “Explorando la Ingeniería Civil y Ambiental”, la cátedra ha desplegado un programa de actividades que incluye visitas a obra, charlas técnicas, orientación profesional, retos prácticos y prácticas en empresa. “Queremos que vean desde dentro cómo funciona el sector y qué posibilidades les ofrece”, añade García Segur. La intención es clara: reducir la distancia entre lo que se aprende en el aula y lo que exige el mercado laboral.

Sostenibilidad y digitalización, pilares de futuro

La sostenibilidad es otro de los ejes fundamentales. “La ingeniería civil no se entiende hoy sin un enfoque sostenible. En BECSA lo aplican en todos sus proyectos, y nosotros mostramos a los estudiantes cómo lo hacen”, señala. Desde el uso de materiales alternativos en asfaltado hasta el aprovechamiento de la economía circular o la digitalización de procesos, el enfoque práctico permite a los alumnos comprobar cómo se aplica todo ello en obras reales.

La digitalización, especialmente a través de herramientas como el BIM (Building Information Modeling), también tiene un peso importante en el programa. “En clase se habla del BIM, pero en la cátedra vienen profesionales que lo aplican cada día y explican cómo lo usan para integrar a todos los actores del proyecto y mejorar la toma de decisiones”, comenta García Segur. Este enfoque ayuda a los estudiantes a ver la tecnología como una herramienta transversal y estratégica.

Colaboración directa con el personal técnico

Uno de los valores diferenciales de la cátedra es la implicación directa del equipo técnico de BECSA. “En todas las actividades contamos con personal de la empresa, desde jefes de obra hasta directores de departamento”, subraya García Segur. Esta cercanía permite a los estudiantes plantear dudas reales y conocer los retos que enfrentan los profesionales en el día a día.

Recientemente organizaron una sesión donde se explicó el funcionamiento completo de una empresa constructora. “Los estudiantes no siempre entienden cómo se organiza una empresa hasta que llegan al mundo laboral. En esta actividad se les explicó cada departamento, qué hace cada ingeniero, y cómo se interrelacionan dentro de un mismo proyecto. Fue muy revelador para ellos”, destaca.

Transferencia de conocimiento… y de talento

La cátedra también abre espacio para la investigación aplicada. “Tenemos un estudiante becado que está trabajando en un proyecto conjunto entre la UPV y BECSA sobre materiales alternativos”, explica. Este tipo de iniciativas permiten no solo desarrollar nuevas soluciones, sino también facilitar la transferencia de talento. “El conocimiento que adquieren en estos proyectos les prepara para incorporarse a la empresa con una visión mucho más amplia”, añade.

Tatiana García Segur, que además es subdirectora de estudiantes en la escuela, valora muy positivamente el impacto que tienen estas experiencias. “Los alumnos me dicen que ver en la práctica lo que estudian les ayuda muchísimo a entenderlo. Poder hablar con ingenieros que dentro de poco podrían ser ellos mismos les permite decidir mejor a qué quieren dedicarse”, concluye. Y con ello, logran que el aula y la obra no estén tan lejos como parece.