VALÈNCIA. Las cifras de la Fundación Valenciaport hablan por sí mismas: En 2020, el año de la mayor crisis sanitaria y económica que hemos vivido, participó en cuarenta proyectos europeos que han supuesto 53 millones de euros, la mayoría de ellos destinados a mejorar e innovar infraestructuras y tecnologías en los ámbitos de actividad del clúster portuario.
Y no son datos puntuales. Valenciaport navega cada año más rápido en una regata en la que solo los mejores llegan a puerto y se alzan con el trofeo más deseado: el visto bueno de Bruselas. La Fundación ha conseguido diez proyectos más que en 2019 y veinte más que el anterior, el 2018. Pocas entidades en Valencia, España y Europa manejan estas cifras.
Para explicar cómo han sorteado tormentas y escalado posiciones ha visitado los estudios de Plaza Radio su capitán, el director general de la Fundación Valenciaport, Antonio Torregrosa, quien acumula más de veinte años de experiencia en el sector logístico-portuario.
En los próximos tres años, la Comunitat Valenciana recibirá cinco veces más fondos estructurales que en los últimos catorce lo que supondrá, según estima la Generalitat, unos 14.000 millones de euros. Todas las previsiones apuntan a que varios de estos millones del Plan de Recuperación los consiga el clúster portuario, que implica a más de cuarenta empresas entre terminales, empresas de servicios, tecnológicas, startup etc. "Estos fondos de recuperación son una oportunidad descomunal. Todos los que trabajamos en el ámbito europeo sabemos la importancia que tiene pero también los riesgos que hay de no hacer bien las cosas. La estrategia como puerto es aprovechar al máximo estos recursos".
El Puerto ha presentado varios proyectos, todos ellos de gran envergadura, entre los que destacan los basados en la sostenibilidad y digitalización.
Buques y terminales eléctricas
“Una de las metas del Puerto es que las terminales sean 100% eléctricas y se utilicen energías renovables”, señala Torregrosa para quien su niña bonita es el proyecto que facilitará la conexión de los buques a la red eléctrica y a las energías verdes para evitar que contaminen.
Pero para que un buque de mercancías o un crucero llegue a puerto, se enchufe a la red eléctrica y solo consuma energías limpias no solo implica a la Autoridad Portuaria y a la Fundación sino que es un cambio radical para todo el sector portuario. "El problema no lo tienen los puertos sino los buques ya que la mayoría no están preparados. Sin embargo, muchos ya están en proceso de adaptación. Empresas tan importantes como Balearia y MSC ya están trabajando en buques, terminales y realizando pruebas con hidrógeno, la energía del futuro” . Cómo explica el director general de la Fundación Valenciaport, el hidrógeno es la energía más abundante del planeta y la más limpia y el puerto está haciendo pruebas con energías azules. Sin embargo, “aun nos espera una travesía muy larga, de más de diez años, para que se generalice el uso de esta energía porque, entre otras cosas, a día de hoy es muy costosa".
Además, como ocurre en las viviendas, el mayor problema radica en solucionar los picos de consumo de energía. Imaginemos a cruceros, que son ciudades flotantes con tres mil personas viviendo en el puerto, y a buques consumiendo al mismo tiempo. Una de las soluciones a este problema, destaca Torregrosa, será la combinación de varias energías “La energía eléctrica se puede generar de muchas formas, desde la eólica hasta la fotovoltaica, la mareomotriz o la undimotriz que ya estarán en la ampliación norte. Vamos a ir probando para ver como lo conseguimos. Al final es una combinación de energías ya que ninguna por sí sola nos va a dar todo lo que necesitamos. Algunas tendrán un componente local, como la fotovoltaica, que se destinará más al autoconsumo, y otras, como la eólica, que generará excedentes. “Estamos liderando un consorcio internacional de más de veinte puertos en el que se analizan las infraestructuras para dar ese servicio”.
Otro de los grandes proyectos es Green C Ports que, a través de la digitalización, la instalación de sensores y la inteligencia artificial, monitorizará todo el puerto para averiguar en tiempo real qué puntos son los más contaminantes y actuará de forma inmediata para reducir las emisiones y el ruido en puertos y cadenas logísticas.
La terminal Norte, operativa en cuatro años
Lo que tiene claro es que en un años el Puerto será cero emisiones, algo que ya ocurrirá con la nueva terminal desde el primer momento. Si todo sale como está previsto, en marzo Madrid pondrá el sello definitivo al proyecto, y empezarán las obras para que “esté operativa en cuatro años, como máximo cinco. La famosa ampliación norte ya es una realidad. Ya no hablamos de la ampliación sino de la terminal Norte. La infraestructura básica ya está hecha, solo hay que poner en marcha la terminal. La aprobación por Puertos del Estado es el último trámite y ya podremos todos descansar. No puede haber ninguna sorpresa y se aprobará con una seguridad del 99´99% porque los trámites, desde todos los puntos de vista, se han cumplido adecuadamente.
Infraestructura vital y estratégica para España
El director general de la Fundación Valenciaport destaca la importancia de la terminal y el apoyo recibido por todos los sectores: "Es una infraestructura de una importancia vital y estratégica, no solo para el Puerto, sino para sobre todo para nuestra región y para la economía española. El Puerto de Valencia es uno de los principales activos logísticos que tiene España y no se puede dejar pasar este carro si lo que queremos es que haya comercio. La única forma de salir de la que nos está cayendo es el comercio exterior y que nuestras empresas consigan vender y comprar más barato. Para ello necesitan un puerto líder como el de Valencia, que minimice costos y que maximice eficiencia. Lo lógico todos los sectores estén alineados”.
El norte de África, mercado de expansión natural
El Puerto es líder del Mediterráneo en tráfico de contenedores y también se reivindica como la salida natural al mar de un abanico que se abre desde Aragón hasta el norte de Andalucía, siendo Madrid el punto fundamental. ¿Cuál es el siguiente paso? El experto en el sector logístico-portuario opina que la batalla librada en Madrid con los grandes puertos la ganó Valencia hace mucho tiempo. Ahora, e interactuando con el hintelard, hay un proyecto estrella a corto plazo que es la conexión con Aragón. El campo de batalla principal lo tenemos en el Valle del Ebro. Para nosotros, un aspecto fundamental que ya conseguimos que se incluyera en las prioridades del corredor mediterráneo, es la conexión con Zaragoza y con sus grandes plataformas, donde el Puerto ya tiene inversiones logísticas. Debemos mirar con otros ojos la inversión en plataformas de otros puertos, como los del norte de África, que sabemos que va a ser un mercado de expansión natural, no solo para el puerto de valencia sino para toda Europa. Hay que abrir la mente también hacia otros territorios donde hay muchas oportunidades, potenciar los corredores.
Habrá más cruceros
“En la industria portuaria los cruceros son un dolor de cabeza. Los contenedores no piden pan pero las personas piden mucho pan. Una cosa es una ciudad como Barcelona que ha basado su estrategia en los cruceros y tiene muchas economías de escala. Aún así, nuestra estrategia de cruceros es de crecimiento porque así nos lo ha pedido la ciudad al ser una fuente de riqueza muy importante. Por ello, maximizaremos las posibilidades y habrá una gran terminal de cruceros 100% verde. La infraestructura estará, solo falta solucionar el tema de la potencia y que los cruceros tengan la tecnología. De momento, hay que ver si la pandemia nos devuelve los cruceros”, avanza Torregrosa quien opina que hasta dentro de dos años no se saldrá de la crisis y se recuperarán los números económicos anteriores a la pandemia.
Proyectos competitivos, prestigio, lobby y pasilleo
Muchas empresas, entidades y organismos públicos y privados se suman ahora a la carrera por alzarse con algún proyecto europeo. Lo que antes quizá no entraba en sus planes, ahora lo ven como su única tabla de salvación. El Puerto y su fundación llevan años liderando proyectos europeos y tienen un gran prestigio en la capital belga. El director general aconseja a las empresas que se embarcan en la aventura europea para captar fondos "tener mucha presencia en Bruselas, perseverancia y dejarse ayudar. Somos muchas las infraestructuras que estamos para acompañar a la industria y a los servicios en su proceso de entrada en Europa”.
Torregrosa añade que lo principal que hay que hacer para conseguir proyectos es que estén bien hechos, sean competitivos, con resultados y que las empresas que se implican obtengan lo que quieren, consigan sus patentes, desarrollen tecnologías y ganen competitividad” Sin embargo, hay algo que también es muy importante: estar en Bruselas, que se nos vea, es “el lobby, el pasilleo. Bruselas es un gran pasillo. Hay que ir mucho” , destaca Torregrosa.
Presente en más de veinte países
La Fundación Valenciaport nació en abril de 2004 como una iniciativa de la Autoridad Portuaria de Valencia a la que se sumaron asociaciones y empresas del clúster empresarial que está vinculado a la actividad del Puerto de Valencia, junto a entidades representativas del entramado económico y académico valenciano.
Hoy está presente en más de veinte países, principalmente de Europa, Extremo Oriente y América Latina, desarrollando proyectos de internacionalización, además de actividades para el desarrollo de la cadena logística española tanto en investigación como en formación.
Otros proyectos que tiene en marcha son la participación en plataformas tecnológicas del sector a través de los proyectos europeos Boostlog y Lasting. También hay iniciativas cofinanciadas por el programa Horizonte 2020, como RESPOND-A, cuyo objetivo es desarrollar tecnologías de última generación y estrategias para la protección de infraestructuras ante situaciones extremas provocadas por el impacto del cambio climático, accidentes industriales y terrorismo. Por su parte, STAMINA permitirá la predicción y gestión de crisis pandémicas tanto dentro como fuera de las las fronteras europeas.
La Fundación hace especial hincapié en el emprendimiento y para ello ha creado el SuperLabPorts, un espacio de proyección internacional diseñado y pensado para la innovación en el sector marítimo y portuario en materia de cambio climático.