VALÈNCIA. La pandemia ha puesto de acuerdo a todo el mundo en una cosa: es imprescindible invertir en ciencia e investigación, sobre todo en los aspectos relacionados con la salud. Hemos comprobado que, cuando hay voluntad y dinero, se pueden encontrar soluciones, como ha pasado con la vacuna contra la covid, que se ha desarrollado y producido en tiempo récord.

 La Unión Europea tiene en marcha proyectos sorprendentes como Goodrenal,  que ya estaba siendo muy útil para mejorar la vida de enfermos renales y que ahora se aplica a pacientes que presentan covid persistente con secuelas como debilidad, fatiga y falta de musculatura. También lo utilizan las personas que llevan una vida sedentaria debido al confinamiento o que, por el motivo que sea, no están en buena forma física y quieren empezar a hacer ejercicio de forma segura.

Eva Segura, profesora de Fisioterapia en el CEU Cardenal Herrera, es quien lidera el proyecto en Europa. “Los enfermos renales aprovechan las horas que están conectados a una máquina para fortalecer la musculatura mientras se divierten sin que supongan ningún riesgo”,  ha señlado en el programa de Plaza Radio `Hablamos de Europa´ pionera hace veinte años en la implantación del ejercicio físico durante las sesiones de hemodiálisis.

Lo que ha cambiado es la forma en la que realizan ejercicio. Ahora no es necesaria una persona que esté pendiente de ellos durante el ejercicio sino que solo hace falta una pantalla que guía y reproduce sus movimientos “mientras juegan, por ejemplo, a la caza del tesoro. Hasta ahora el tiempo lo dedicaban a dormir y ver la tele”.

Los pacientes con enfermedad renal crónica en estado avanzado pasan muchísimas horas conectados a una máquina que hace las funciones que el riñón ha dejado de hacer. Aunque depende de cada caso, como media suelen recibir tratamiento durante cuatro horas tres veces a la semana. Además, hay  que sumar el tiempo que se pierde en desplazamientos y el  que deben esperar antes y después de recibir el tratamiento. Eva Segura recuerda que uno de los motivos que le empujó a investigar sobre el tema fue el ver las horas que perdía su padre, enfermo crónico renal, en hemodiálisis.

 Además, los diabéticos se caracterizan por sufrir depresión debido a lo que incapacita su estado físico. Eva Segura explica que la sensación de fatiga se presenta hasta en el 97% de los casos. A esto hay que añadir la pérdida progresiva de masa muscular y una sensación de dolor muy superior a la media. Todo ello afecta a la vitalidad y a las relaciones personales de forma severa. La prevalencia de la depresión y la ansiedad se detecta entre el 22% y el 42% de las personas con enfermedad renal crónica.

“Hay pacientes que llegan en silla de ruedas y gracias al videojuego se pueden mover. De no levantarse del sofá, a ir al parque con sus nietos y hacerse la cena. A nadie le gusta depender de otra persona hasta para ir al baño. La calidad de vida y el nivel anímico mejoran muchísimo”.

Un aspecto que tienen en común los diabéticos y los pacientes con covid persistente es la fatiga crónica y la pérdida de musculatura, por lo que el proyecto Goodrenal está teniendo un gran éxito también entre las personas que han pasado el coronavirus y les ha afectado de forma severa.

La profesora del CEU explica que “no hay contacto físico con el material para hacer ejercicio, ya que se emplean dispositivos de tracking, ordenadores y pantallas que en ningún momento entran en contacto con el paciente. Esto permite compartir los equipos de ejercicio sin riesgo de contagio por contacto con ellos”.

Por otra parte, la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales de la provincia de Castellón, ALCER Castalia, y la Universidad CEU Cardenal Herrera han publicado el `Manual Básico de Actividad Física en Enfermedad Renal Crónica´ con tablas de ejercicios y recomendaciones para llevar una vida saludable. De esta forma, se puede realizar ejercicio desde casa. También  se puede acceder a las tablas de ejercicios en el canal de YouTube de la CEU UCH.