VALÈNCIA. ¿Alguna vez te has preguntado por qué te acuerdas con especial cariño de un profesor? ¿Por qué aprendiste más con él que con cualquier otro? ¿Por qué nadie se quería perder sus clases? ¿ Era por qué tenía más conocimientos? ¿O quizá era porque sus clases te despertaban emociones que te hacían llorar cuando te hablaba de `El Quijote´?
Aunque a veces no sepamos explicar racionalmente el motivo lo que es cierto es que el lenguaje corporal, la comunicación emocional o las herramientas de persuasión tienen un gran poder a nivel inconsciente.
Las emociones tienen una función vital y su papel y control es imprescindible en cualquier ámbito y dos de los más importantes y que están relacionados son el educativo y el laboral.
Quién no recuerda la frase de `El Club de los poetas muertos´: “Sí, capitán mi capitán”. La Unión Europea quiere llenar las aulas de capitanes que enderecen el rumbo de la educación y acaben con las altas tasas de desempleo, sobre todo el de larga duración.
Y para conocer las coordenadas de ese rumbo han acudido a los micrófonos de `Hablamos de Europa´ Carmen Herrero, directora de IDEA, la Agencia de Desarrollo Local de Alzira y José Manuel González, responsable de Proyectos Europeos.
Dificultad para encontrar buenos profesores
Carmen Herrero destaca que es muy difícil encontrar buenos profesores que empaticen con los problemas de sus alumnos, les enseñen a trabajar en equipo y que lo hagan con el corazón. Los profesores suelen ser especialistas en su materia técnica, pero no tienen las habilidades emocionales y las competencias desarrolladas para afrontar las complejas situaciones socioemocionales que pueden surgir en las aulas. “Un 58% de las capacidades profesionales depende de la Inteligencia Emocional. Ya supera a la parte docente”, destaca Herrero
El proyecto “EILM - Emotional Intelligence on labour market”, (Inteligencia Emocional en el mercado laboral) tiene como objetivo principal mejorar la calidad del proceso de enseñanza y del aprendizaje mediante el desarrollo de habilidades emocionales. El objetivo es que los profesores de FP y los fromadores de parados de larga duración cuenten con las herramientas para transmitir lo que las empresas y la sociedad demandan y es necesario para estar realmente preparado.
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta y administrar las emociones para conseguir objetivos.
La directora de la Agencia de Desarrollo de Alzira se lamenta de que que la metodología que se aplica en las aulas no ha evolucionado casi en las últimas décadas aunque “algunas técnicas emocionales se van incorporando como hablar en público, expresarse, saber transmitir correctamente un mensaje para que no dé lugar a interpretaciones erróneas”.
Sin embargo, existe la necesidad de actualizar las pruebas obsoletas, que se han utilizado desde hace años y que están muy alejadas de lo que el mundo laboral demanda” Es decir, no está mal ser un cerebrito pero ahora es imprescindible que interactúe con el equipo, no se aísle y tenga empatía. Hay que adaptarse a las nuevas necesidades.
El responsable de proyectos europeos de IDEA destaca “el impacto que un profesor tienen en tu vida y cómo influye en las decisiones que vas a tomar. Pasamos mucho tiempo en el aula y recordamos a algunas personas con especial cariño, son las que en su día influyeron en lo que queríamos ser de mayor”.
Trabajar en equipo, la transversalidad, y ser un buen líder son las cualidades más valoradas actualmente, añade José Manuel González. “El líder no es el que ordena y manda, sino el que empatiza con lo que está pidiendo y a quién se lo está pidiendo. Hace falta saber gestionar conflictos, saber integrarse en un ambiente de trabajo multicultural, respetar, entender y empatizar con los compañeros. De esta forma mejora la autoestima de los trabajadores. Eso es lo que demanda la empresa, no solo una buena formación.
Carmen Herrero resalta cómo influye una persona positiva en todo un equipo de trabajo. La pandemia nos ha demostrado la capacidad de adaptabilidad de las personas. “Si hay predisposición, todo el mundo puede salir de esta crisis. Tenemos los recursos para poder hacerlo”, destaca Herrero quien le da un gran valor a ser positivo y proactivo. “No se puede esperar a que pase la crisis para incorporarse al mercado laboral por muy mal que esté la situación. Hay que ser proactivo”. También es cierto que, lo primero que tiene que hacer una persona, es encontrarse bien consigo mismo y tener confianza. No se puede inr a una entrevista de trabajo estando deprimido. “
El proyecto está co-financiado por el programa Erasmus+ de la Comisión Europea y liderado por los socios Italianos Eduforma Srl, Polonia, Austria, Rumania, Bulgaria y España. Tiene un presupuesto total de 239.840 € de los que 37.495 € están destinados al Auntamiento de Alzira.