“En una primera entrevista analizamos qué problema tiene el paciente y hasta dónde está dispuesto a llegar. A la hora de conseguir un objetivo no todo el mundo tiene la misma capacidad. Hay personas que llegan a la consulta muy concienciadas, sabiendo que tienen que cambiar sus hábitos y, además, no tienen que perder mucho peso. Estos pacientes pueden alcanzar su objetivo adquiriendo unos hábitos saludables de alimentación”, reconoce la doctora Burguete quien añade que en otros casos más complicados recurren a técnicas como el balón intragástrico o el método POSE. Este último es una técnica que consiste en una pequeña reducción de estómago realizada por endoscopia.
Por otra parte, “hay infinidad de métodos personalizados para conseguir que una persona pierda peso y consiga un buen aspecto físico, no sólo a nivel facial, sino también corporal, gracias a técnicas como la radiofrecuencia, ondas de choque, carboxiterapia…”Esta última, en concreto, es poco conocida pero muy interesante y con infinidad de aplicaciones para combatir celulitis, grasa localizada, estrías e incluso ojeras… Consiste en inyectar dióxido de carbono en las zonas que lo necesiten. El CO2 mejora la microcirculación y el organismo reacciona transportando sangre oxigenada”.
Una de las técnicas más demandadas es la mesoterapia. “Se obtienen muy buenos resultados sin invertir mucho dinero. Son pequeñas punciones en las que se inyectan activos naturales que consiguen beneficios para la piel, mejoran el drenaje, disminuyen la capa grasa y sirven para eliminar las retenciones que tenemos en determinadas zonas del cuerpo”, explica la doctora Burguete.
La responsable de nutrición de IMED Valencia destaca que es cierto que somos lo que comemos. “Cuando una persona de una cierta edad entra a la consulta y viene con una serie de patologías indagamos cuál ha sido su alimentación. Muchas de las patologías que padece pueden ser consecuencia de una mala alimentación. Sobre todo algunas enfermedades crónicas con una inflamación subyacente”.
Hay muchas líneas de investigación y estudios sobre la microbiótica intestinal que concluyen que los conservantes u otros productos artificiales provocan cambios en la flora intestinal que pueden ser responsables de la obesidad y de otras patologías crónicas. “En la sociedad actual se ha producido un aumento de problemas digestivos como intolerancias, colesterol, azúcar…que son provocados también porque estamos destruyendo nuestra flora intestinal”, añade la doctora Burguete.
Por otra parte, la responsable de nutrición de IMED Valencia nos ha contado algunas curiosidades. Así, el ayunar un día cada tres o cuatro meses puede ser muy interesante como terapia para eliminar toxinas. Incluso hay ayunos que se fomentaban desde algunas religiones.
Si se practica algún tipo de deporte se debe hacer una dieta personalizada que varía según la estación del año, la intensidad y la evolución del deportista. No hay que olvidar comer una hora y media antes de hacer ejercicio y tomar un pequeño tentempié durante la media hora después de haberlo finalizado.
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