VALÈNCIA. La batalla fiscal a la que estamos asistiendo en España merece, de nuevo, que dediquemos nuestro tiempo de entrevista a analizarla. Este miércoles, lógicamente, lo hacíamos con las portavoces de los grupos parlamentarios en Les Corts, y obviamente, tuvimos nuestra sobredosis de valoraciones políticas pero, en esta ocasión acudimos a voces autorizadas para profundizar de una manera más técnica y divulgativa en el asunto. 

Para ello contamos con dos de los referentes más importantes que hay en España en este campo. Jorge Onrubia, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, donde es Profesor Titular e  investigador asociado en la Fundación de Estudios de Economía Aplicad (Fedea), y César García Novoa, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Santiago de Compostela, investigador principal de la Red Empresa y Administración y uno de los fiscalistas de referencia, no solo en España, sino también en Latinoamérica. 

Entre las CCAA que han optado por rebajas fiscales o el Gobierno con sus decisiones pasadas y futuras al respecto se ha generado un clima que llevan un tufillo electoral importante, aún cuando se está hablando de combatir la inflación y los efectos de la crisis. "Exigir más o menos impuestos claro que tiene un componente ideológico, por supuesto, pero en materia de impuestos tanto económica como jurídicamente no todo vale, aunque estamos en un contexto electoral que en nuestro país se sucede sin solución de continuidad y esto no es bueno porque al final acaban apareciendo ofertas fiscales que son propias de estrategias de cálculo político y no de la selección de los impuestos y de los diseños que en cada momento necesitamos", asegura el profesor Onrubia.

El investigador de Fedea entiende, además, que las actuaciones sobre el Impuesto del Patrimonio pueden ser  discutibles juridicamente hablando. "Quizás, el poder aplicar las bonificaciones del 100%  de un tributo podría ser, y esto es muy fuerte, un cierto fraude de ley, me extraña que esto no haya acabado en el Constitucional, y pongo un ejemplo imposible, que una autonomía lo hiciera al 100% con las cuotas del tramo autonómico del IRPF, es impensable pero qué hubiera pasado".

En la conversación mantenida con los expertos apuntan a las diferencias existentes entre territorios con la Comunidad de Madrid como epicentro de la polémica, "pero no debemos olvidar que hay dos territorios, los forales, Navarra y País Vasco, que sí tienen verdadera autonomía en materia de impuestos, quizá eso se debe discutir, es una excepción en toda Europa", sugiere García Novoa. 

El concepto de la deflactación

Un debate sobre política fiscal en el que emerge la palabra deflactación. "La deflactación del IRPF no es bajar los impuestos, es evitar subidas opacas, y no hace falta saltar de tramo sino que el legislador cuando fija la tarifa del impuesto,  si para una renta determinada hace que aplicando la tarifa  el tipo , por ejemplo, sea de un 20%, si de repente,  si llega esa renta del 20% puede tener un poder de compra menor en un 8% por la inflación,  si no lo corrijo esa capacidad de compra puede modificarse, se sigue pagando un 20%", defiende Onrubia, a lo que García Novoa, añade, "No es una cuestión de aplicarlo a los tramos bajos solamente, la deflactación es una cuestión de justicia que se debe aplicar a todos los tramos de la tarifa del impuesto y luego si se quiere incrementar más unos tramos o menos, es otra cosa, pero es una cuestión de justicia y de ajuste, como le llaman en América Latina, el ajuste por la inflación, allí llevan conviviendo con escenarios de inflación durante años, eso es esencial".

Reclaman los profesores que sería conveniente explicar mejor los conceptos y por qué es tan importante la deflactación en tiempos de inflación."La deflactación es una cuestión de capacidad económica que es un principio fundamental en la aplicación y en la legislación fiscal,  se debe gravar la riqueza real, por ejemplo, un incremento salarial que se deba, únicamente, a la inflación no es un incremento real de la riqueza, sino que es un incremento puramente nominal y debe corregirse porque evitar que se esté pagando más por un aumento de riqueza que es más bien ficticio que real", sostiene García Novoa.