El pasado miércoles la Generalitat Valenciana anunciaba que había logrado resolver los 107 proyectos de renovables (tanto de energía fotovoltaica como eólica) que se jugaban ese día 25 de enero su futuro. Porque ese era el plazo máximo que había fijado el Ministerio de Transición Energética para que los expedientes recibieran la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable para continuar con la construcción y no perder los avales ni puntos de conexión. Hablamos, este viernes, de este asunto, en La Entrevista, con Marcos Lacruz, presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen).
Lacruz recuerda que éste paso solo es un hito, muy importante, pero solo uno de los que vienen a partir de ahora. Tramitación, licitación, puntos de conexión, etcétera. Además entiende que se ha demostrado que la burocracia sí funciona cuando se ponen a ello. En este sentido agradece el trabajo de los funcionarios pero lamenta el tiempo perdido. "Ahora mismo no tiene ningún sentido que se tarde hasta tres años para tramitar un proyecto fotovoltaico ya sea pequeño o grande, no solo lo decimos nosotros, también el presidente de la Generalitat lo dijo ayer en nuestro congreso, pero es que desde Europa están advirtiendo a los países miembros que esto del cambio energético no puede tener la burocracia como enemigo y que dan hasta un año como mucho para tramitar estas cosas", sostiene el representante de la patronal.
Respecto a la resolución de los expedientes, Lacruz considera que queda demostrado que aquí, en la Comunitat, se ha sido riguroso en todos los procesos. "De los proyectos que se han aprobado, la mayoría son de 10 ó 20 MW, es decir, que son muy pequeños. Esto quiere decir que muchos de ellos no nacieron con esta potencia, esto es que la Administración no solo ha desestimado el 43% de los proyectos sino que los que han salido adelante, los ha recortado por cuestiones medioambientales. No quiero decir que esto esté bien o mal hecho, lo que quiero decir que aquellas voces que dicen que las fotovoltaicas se ponen en cualquier lugar de cualquier forma, pues la Administración está actuando con rigurosidad en la tramitación, luego ya estudiaremos si con severidad", explica el presidente de Avaesen que incide en este punto. "Cuando un ayuntamiento ve que se están tramitando cuatro o cinco proyectos en su municipio tiene aquí la prueba que no van a salir adelante los cinco o cómo se han planteado si no se tienen en cuenta cuestiones medioambientales, con lo cual ese interés en decir que la fotovoltaica es una barra libre sobre el territorio no es tal".
A pesar de ese impulso, Lacruz advierte que la Comunitat está muy lejos de los MW necesarios para conseguir mayor autosuficiencia energética."Un profesional, Javier Cervera, expuso que los expedientes que se habían aprobado, que suponen 1.300 MW, suponía que el consumo energético equivalía al consumo de dos azulejeras. Pretendemos dar energía y barata a nuestras industrias pero así no llega", apunta Lacruz que señala que en otras CCAA como Extremadura y Murcia se acaban de aprobar proyectos de hasta 3.000 MW.
Y es urgente hacerlo. Tramitarlo y ejecutarlo. "Europa tiene muy poca energía y necesita romper con oligarcas, con dictaduras, y generarse su propia energía, y el problema no es la tramitación, el problema es la ejecución y la construcción de las plantas", asevera el presidente de Avaesen.