El equilibrio entre la vida personal y profesional es un desafío significativo en el entorno laboral. Según el estudio "Tabúes en el entorno laboral" realizado por Sondea para Amazon, aunque el 76.3% de los empleados realiza tareas de cuidado en el ámbito familiar, casi la mitad se siente incómoda al hablar de este tema en el trabajo. Además, un 32% de los encuestados no percibe un equilibrio adecuado entre su vida personal y profesional, y cerca del 40% no dispone de opciones laborales para atender cuestiones personales.
La situación es particularmente complicada para los trabajadores con hijos, ya que cuatro de cada diez nunca han utilizado los permisos de paternidad o maternidad disponibles. La Comisión Europea ha llevado a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por no cumplir con la directiva de conciliación familiar, reflejando un problema más amplio en el país. Este problema no es exclusivo de España, ya que la conciliación entre vida personal y laboral es un desafío global.
El principal obstáculo en España radica en la falta de alineación entre las necesidades de las empresas y las de los empleados. Mientras las empresas tienen demandas relativamente estables, las necesidades personales cambian constantemente y pueden ser impredecibles. Esta discordancia crea una tensión significativa entre ambas partes. Además, cada situación de conciliación es única, lo que complica aún más la búsqueda de soluciones universales.
Las investigaciones han identificado cinco niveles de necesidad de conciliación, desde trabajadores que viven con sus padres (nivel 1) hasta aquellos con hijos menores a su cargo (nivel 5). Este último grupo enfrenta la mayor complejidad, y en España, el 37% de los trabajadores se encuentran en esta categoría. Mujeres en el nivel 5 suelen trabajar una media de 14 horas al día, dejando solo 8.8 horas para el descanso y otras necesidades, resultando en un déficit de descanso diario de aproximadamente 5 horas.
La falta de corresponsabilidad en el hogar, especialmente tras la llegada de los hijos, agrava la situación. Las mujeres a menudo asumen una carga desproporcionada de las responsabilidades domésticas y de cuidado, lo que afecta su carrera profesional y su bienestar general. La inequidad en el hogar también repercute en el ámbito laboral, ya que las mujeres que solicitan reducciones de jornada o excedencias para cuidar de sus hijos ven afectadas sus carreras y sueldos, perpetuando la desigualdad económica.
El termómetro de la equidad, una herramienta para medir la conciliación en las parejas, revela que solo el 33% de las parejas en España son equitativas. En las parejas con hijos, este porcentaje disminuye al 28%, y el 54% de las mujeres en estas parejas soportan la mayor parte de la carga de cuidado. Esta sobrecarga no solo afecta a las mujeres individualmente, sino que también tiene costos significativos para la sociedad en general. Aumenta el absentismo laboral, los costes de la seguridad social y afecta negativamente la educación de las nuevas generaciones debido al agotamiento de las madres.
El concepto de "losa de hormigón" describe la carga desproporcionada que soportan muchas mujeres en sus relaciones de pareja, dedicando el doble o el triple de tiempo a las tareas del hogar y al cuidado de los hijos en comparación con sus parejas. Esta losa tiene costos no solo para las mujeres, sino también para la sociedad en términos de salud, productividad y cohesión social.
Para avanzar hacia una sociedad más equitativa, es crucial abordar tanto la corresponsabilidad en el hogar como la adaptación de las empresas a las necesidades de sus empleados. Las leyes actuales deben ser implementadas de manera efectiva y las actitudes culturales necesitan cambiar para permitir una verdadera conciliación entre la vida personal y profesional. Sin estos cambios, el progreso hacia la igualdad de género y una mejor calidad de vida para todos seguirá siendo limitado.
Hablamos de todo ello con Laura Sagnier, investigadora y ex profesora de técnicas de Mercado de la Universidad de Barcelona.