El absentismo laboral ha experimentado un preocupante incremento en los últimos años. Ha alcanzado niveles históricos. Según Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, hemos pasado de una tasa de absentismo del 5% antes de la pandemia al 7% ahora, con un mayor porcentaje entre los 16 y los 45 años.
Este aumento se ha visto particularmente exacerbado por la pandemia de COVID-19, contradiciendo las expectativas iniciales de una reducción tras la vuelta a la normalidad. Hoy exploraremos las causas detrás de este fenómeno y sus implicaciones para los diferentes sectores de la economía.
Hablamos con Francisco Vidal, director de Economía de Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa). Vidal subraya que la tasa de absentismo no sólo no ha disminuido tras la pandemia de COVID-19, como se esperaba, sino que ha mantenido una tendencia al alza, alcanzando cifras históricas. "La situación es preocupante sobre todo por la tendencia, claramente al alza, que ha tenido en los últimos tiempos después del COVID", afirma Vidal.
En términos concretos, Vidal destaca que el tiempo de trabajo perdido debido a incapacidades temporales por contingencias comunes se ha duplicado desde 2012. "Hemos pasado de perder cerca de 3.5 horas al mes en 2012 a perder casi siete horas y media al mes en la actualidad", explica. Este tipo de incapacidad se refiere a enfermedades no relacionadas con accidentes de trabajo ni enfermedades profesionales, y representa una parte significativa del absentismo laboral actual.
A pesar de la gravedad del problema, las causas específicas del aumento del absentismo siguen siendo difíciles de identificar. Vidal mencionó varios factores que podrían estar contribuyendo a esta situación, como problemas en los servicios públicos de salud, listas de espera prolongadas y un aumento en las bajas por cuestiones de salud mental.
No obstante, Vidal afirma que estos factores no explican completamente el fenómeno y que es necesario un análisis más profundo junto con las autoridades para abordar adecuadamente la situación. "Hay múltiples causas, pero no es fácil explicar a pesar de que se puede atestiguar que hay un problema en los servicios públicos de salud para afrontar las bajas ligadas con cuestiones traumatológicas".
El impacto del absentismo no es uniforme en todos los sectores. Vidal destaca que la industria automotriz y de componentes es una de las más afectadas, lo cual es sorprendente dado que otros sectores industriales presentan tasas de absentismo mucho más bajas.
En contraste, sectores como los servicios profesionales y las actividades liberales tienen tasas de absentismo significativamente menores. Sin embargo, sectores como el sanitario, que también muestran altas tasas de absentismo, presentan una lógica más comprensible debido a la naturaleza del trabajo y la exposición a riesgos de salud.
El impacto económico del absentismo es significativo, especialmente en un momento en que España enfrenta una alta cifra de vacantes laborales. "El absentismo condiciona mucho cómo va a producir esa empresa ese día y cuando la situación se prolonga, la problemática se complica", afirma Vidal. Según datos oficiales, hay aproximadamente 150,000 vacantes en curso en España, una cifra que podría ser conservadora según otros estudios.
Para abordar este problema, Vidal sugiere varias medidas. Una de las soluciones más directas sería otorgar un papel más protagonista a las mutuas en el manejo de las incapacidades temporales por contingencias comunes. "Las mutuas tienen la capacidad y los conocimientos para acortar estas bajas casi en un 20%". Además, propone mejorar la gestión del sistema nacional de salud para reducir los tiempos de espera y facilitar la obtención de citas médicas, lo cual podría agilizar el proceso de recuperación y reincorporación de los trabajadores.
Vidal también menciona la necesidad de una mayor conciencia sobre el coste del absentismo tanto para las empresas como para la economía en general. Las empresas, según él, ya están tomando medidas para reducir el absentismo por contingencias profesionales, pero el aumento en las contingencias comunes escapa de su control. "Las empresas están haciendo un esfuerzo real para generar entornos de trabajo equilibrados y socialmente abiertos", destaca.
En comparación con otros países de la Unión Europea, España se encuentra en una posición desafiante. Vidal señala que, aunque las tasas de absentismo en países como Alemania son más bajas, el foco debe estar en analizar y mejorar la situación interna de España.
El absentismo laboral en España es un problema complejo y multifacético que requiere la colaboración de todos los actores implicados para encontrar soluciones efectivas. Las empresas, el sistema de salud y las autoridades deben trabajar conjuntamente para revertir esta preocupante tendencia y minimizar su impacto en la economía.