El cambio de apellidos es una decisión con importantes implicaciones legales y donde surgen ciertos interrogantes: ¿se puede hacer en España? ¿Cómo se renuncia a uno de los apellidos familiares y qué consecuencias tiene? ¿y si hay un apellido familiar que puede desaparecer? ¿Se puede cambiar el apellido de una persona fallecida?
El rechazo a llevar el apellido del padre o de la madre es una de las señales más claras a nivel social y jurídico de que un conflicto familiar se ha enquistado hasta el extremo. Es lo que ha ocurrido en el caso de Shiloh Jolie, hija de Angelina Jolie y Brad Pitt, que ha anunciado su intención de “borrar” el apellido paterno tras el divorcio conflictivo de sus progenitores.
Hablamos con Óscar Martínez, tesorero de la Asociación Española de Abogados de Familia. En España es posible cambiar el orden de los apellidos mediante una comparecencia en el Registro Civil, un trámite sencillo. Sin embargo, un cambio de apellido o de identidad completo requiere circunstancias excepcionales y es más complejo. Este proceso implica un expediente gubernativo en el que se deben presentar pruebas y alegaciones para convencer al Registro Civil de la justificación del cambio. Aunque no es obligatorio, se recomienda la asistencia de un abogado debido a la complejidad y potenciales apelaciones del proceso.
El cambio de orden de los apellidos es una práctica común y desde el año 2000 se permite colocar el apellido materno en primer lugar si ambos progenitores están de acuerdo. En caso de desacuerdo, desde 2017, la ley determina el orden de los apellidos según el interés superior del menor, eliminando la preferencia tradicional por el apellido paterno.
Una vez aprobado el cambio de apellidos, este es irreversible según la ley, debido a su carácter restrictivo y el impacto en la identidad y documentación de la persona. Si un niño mayor, pero aún menor de edad, desea cambiar sus apellidos, necesitaría la emancipación o la intervención de los padres. En caso de conflicto entre los progenitores sobre el orden de los apellidos, cualquiera de ellos puede iniciar un expediente gubernativo para que un juez decida.
Respecto a los cambios más drásticos, como adoptar únicamente los apellidos de uno de los progenitores, Martínez explica que la ley permite esto bajo circunstancias excepcionales, como casos de violencia de género o doméstica. Un ejemplo es una sentencia del Tribunal Supremo en noviembre de 2022, donde una hija obtuvo el derecho a tener solo los apellidos maternos debido a la total falta de implicación del padre en su vida.
También se pueden realizar cambios post mortem en casos extremos, como el asesinato de un hijo por uno de los progenitores. El progenitor sobreviviente puede solicitar al Registro Civil la eliminación de los apellidos del agresor de la filiación del menor fallecido.
Desde 2017, ha habido un aumento en el interés por cambiar el orden de los apellidos, especialmente en contextos de violencia de género o doméstica. La modificación de la ley ha permitido a las víctimas distanciarse legalmente del agresor a través de la eliminación de su apellido, una medida que también puede vincularse a la pérdida de la patria potestad.