La inédita situación de sequía que vive España ha vuelto a reavivar un debate que surge cada cierto tiempo: ¿es posible modificar el tiempo para conseguir que, por ejemplo, llueva más (o menos)?
Hay quien argumenta que sí es posible y que, de hecho, ya se está haciendo. Lo cierto es que, según recoge la Organización Meteorológica Mundial, en estos momentos hay más de 50 países que investigan técnicas de modificación artificial del tiempo pero, al menos de momento, todavía no se ha conseguido nada convincente.
Hoy hablaremos de ‘La siembra de nubes’, una técnica que ha generado gran interés en el ámbito de la meteorología y la ingeniería ambiental, ha sido protagonista recientemente en Dubai, donde se están llevando a cabo esfuerzos para combatir la escasez de lluvia. ¿Qué es exactamente la siembra de nubes? ¿Cómo funciona? ¿Cuáles son las implicaciones, desafíos y perspectivas que representa?
Para esclarecer las dudas en torno a esta técnica y comprender su funcionamiento, hablamos con José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored y divulgador de las ciencias atmosféricas.
"La siembra de nubes, que podemos pensar que es algo que se ha inventado hace poco o se ha desarrollado hace poco, es algo que ya se empezó a desarrollar al final de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos. Básicamente consiste en una técnica que introduce unas determinadas partículas o elementos particulares, unas sales en el interior de las nubes, y lo que hacen es estimular el proceso de precipitación. La sal más común que se utiliza es el yoduro de plata. Tiene una particularidad, y es que su estructura cristalina es muy parecida a la del hielo. Al introducirlo dentro de una nube, que potencialmente puede dar lugar a lluvias, el vapor de agua tiende a agruparse sobre esos núcleos de condensación, de la misma forma que lo hace sobre el yoduro de plata. Esto potencia la formación de más gotitas que finalmente pueden dar lugar a gotas ya de lluvia", explicó José Miguel Viñas.
Recientemente, como decíamos, Dubai experimentó un fenómeno meteorológico excepcional, con una lluvia torrencial que alcanzó hasta 254 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. Según el Centro de Meteorología Nacional, una cifra récord y, además, algunos apuntan a que el motivo de estas lluvias tan intensas podría estar en la sonada técnica de la siembra de nubes de la que estamos hablando hoy. Otros muchos, sin embargo, atribuyen estas impresionantes tormentas al cambio climático", explica Viñas.
En relación con esta situación, Viñas señaló: "Está claro que en Dubai realizan de vez en cuando siembras de nubes, porque tienen un proyecto muy potente en el que han invertido mucho dinero y es uno de los países del mundo, junto a China, en los que más se está invirtiendo en desarrollar estas técnicas. Pero por otro lado, cuando vemos un poco lo que ocurrió allí, esas imágenes tan impactantes de la ciudad inundada y el sistema tormentoso que dio lugar a esas lluvias, entendemos que fueron unas lluvias o un episodio de lluvias que abarcó una superficie muchísimo mayor que la de Dubai y que, además, no fue una cosa puntual, aunque cayeron en esas 24 horas los 200 y pico litros, sino que durante varios días por la zona, pues ya se produjeron también lluvias muy intensas".
Hay una cierta relación entre estas lluvias y el cambio climático, lo que sugiere que el calentamiento global, y la superficie oceánica con una temperatura más alta de lo normal, contribuyeron a la formación de la tormenta.
La siembra de nubes sigue siendo experimental y se utiliza a pequeña escala. El reto es mejorar estas técnicas y ver hasta qué punto podemos tener un control real sobre la producción de lluvia, sin que se nos vaya de las manos. La siembra de nubes podría ser una solución a largo plazo para la sequía, pero actualmente no tenemos un control total ni un conocimiento profundo de lo que pasa dentro de una nube. Es necesario evitar que proyectos a gran escala puedan tener consecuencias no deseadas.