VALÈNCIA. El enclave de la Torre Miramar se convertirá en un espacio bioclimático destinado a la cultura urbana con vegetación de sombra, fuentes de agua potable y pérgolas solares para recarga de bicicletas, patinetes o teléfonos móviles. En total, 7.200 m2 para crear un espacio verde, bioclimático y sostenible que complementa al recién inaugurado enclave dedicado a los amantes de disciplinas como el parkour, el patinaje, la danza urbana o la skate. Un proyecto que todavía no está definido en su totalidad, pero del que Valencia Plaza ha tenido acceso a su proyecto básico y que pone fin a más de una década de abandono de este emplazamiento situado en la entrada norte de València.
El proyecto inicial con el que trabaja el Ayuntamiento de Valencia contempla la mejora de las condiciones bioclimáticas y la producción de energía renovable sin intervenir en el espacio dedicado a la cultura urbana. Además, se ajardinará la superficie y se instalará sombra vegetal y un jardín vertical en la cara norte de la icónica torre de 45 metros de altura. “La Torre Miramar es un icono arquitectónico situado en la entrada norte de la ciudad. Queremos dignificarlo y transformarlo en un elemento para el disfrute de la ciudadanía y un emblema urbano de referencia”, ha explicado Alejandro Ramon, concejal de Emergencia Climática y Transición Energética.