A pesar de la mejora de las cifras de inflación en algunos países, el coste de la vida en la zona euro siguió aumentando en enero de 2025. Tras la cifra de 2,4% de diciembre de 2024, la tasa de inflación subió al 2,5% en enero de 2025, de nuevo por encima del objetivo del BCE. Esto se debió principalmente al aumento de los precios de la energía, que subieron un 1,8%. Los distintos subcomponentes apenas variaron. El índice subyacente se mantuvo sin cambios en el 2,7%, los precios de los bienes de consumo en el 0,5%, mientras que los precios de los servicios se desaceleraron ligeramente, pasando del 4% al 3,9%. No se aprecia un cambio de tendencia. Las presiones salariales siguen siendo el principal motor de la inflación de los servicios. En el horizonte se vislumbra una moderación del crecimiento salarial, con una cierta atenuación de la inflación de los precios de los servicios en el segundo semestre de 2025.
Con todo, esperamos una inflación media del 2% en 2025. La cuestión de los aranceles también podría cobrar importancia para los países de la eurozona en las próximas semanas. Aunque es probable que el impacto sobre la inflación sea más bien pequeño, los efectos económicos son mucho mayores, debido principalmente al aumento de la incertidumbre. Por lo tanto, en la agenda del BCE siguen figurando nuevos recortes de tipos.
Ulrike Kastens es Economista Senior para Europa de DWS