VALÈNCIA. Las peculiaridades que complican la venta de Mestalla, en particular el factor tiempo -el largo periodo que transcurrirá hasta que el comprador pueda rentabilizar su inversión- han extendido las dudas de los aspirantes al que muchos consideran el favorito de esta subasta: el fondo americano Cerberus.
Fuentes conocedoras del proceso de venta alertan a Valencia Plaza de que el interés de la compañía por el activo que vende el Valencia CF podría estar en entredicho. ¿La razón? El fondo acostumbra a materializar operaciones que le garanticen anualmente una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 15%, y la operación de Mestalla exige justo lo contrario los primeros años: esperar sin lograr retorno alguno.
Como viene explicando este diario, el Valencia CF necesita el dinero de la venta para retomar y concluir las obras del nuevo estadio, proceso durante el que necesitará seguir disputando los partidos de fútbol en el actual coliseo. Todo ello, sumado a los trabajos de demolición y al desarrollo del nuevo proyecto urbanístico, podría llevar al nuevo propietario a no poder rentabilizar su inversión hasta 2021 o 2022.
Se trata, en consecuencia, de una operación muy distinta a las que acostumbra a materializar Cerberus, circunstancia que incomoda a su cúpula en España. No obstante, el fondo parece mantener por el momento sus opciones en la carrera por las parcelas. Está por ver si estas dudas se disipan, se traducen finalmente en una oferta más ajustada o si, en el peor de los casos, la enseña no formaliza su puja por el suelo de la Avenida Aragón. Las ofertas vinculantes por el mismo, salvo sorpresa, deberán presentarse a principios del año que viene.
Al fondo, por contra, no le asusta el volumen de la operación. Al contrario: la magnitud del proyecto y su notoriedad parecen ser precisamente alicientes para la firma, que en España ha adquirido paquetes de activos valorados en miles de millones de euros -cantidades estratosféricas al lado de los 120 en los que el club de fútbol valora sus activos-.
Tampoco parece un inconveniente para Cerberus el gran porcentaje de metros cuadrados de techo terciario. De hecho, según ha podido saber este diario, la compañía acude al proceso de venta de la mano de un operador que ya cuenta con un proyecto a desarrollar en el espacio de uso comercial, hotelero o de oficinas. La edificabilidad que traspasa el Valencia es de 100.000 metros cuadrados de techo, de los que alrededor del 60% serían residenciales y el 40% restante, terciarios.