Las sociedades demandan cada vez más individuos capacitados que puedan adaptarse a las necesidades que surgen en el mercado laboral. En una economía tan globalizada como la actual, la inversión en el talento humano es pieza clave en el desarrollo social.
En este proceso, las políticas estatales y autonómicas deben otorgar un papel principal a la educación por ser el medio a través del cual se deben reducir las desigualdades sociales. El acceso a las nuevas tecnologías facilita este paso y el uso de estrategias que incluyen a las TICS han ayudado a impulsar el cambio en el paradigma educativo.
Las nuevas tecnologías han sido acogidas por la sociedad de forma casi natural. Gracias a ellas ha cambiado la forma en que accedemos a la comunicación y a la información. La informática ha permitido que muchos de los procesos sean optimizados, y como consecuencia las personas necesitan desarrollar competencias en el manejo de las TICs para participar del nuevo entorno digital.
La escuela no debe ser ajena a los a los cambios sociales. Como reflejo de los avances del nuevo ciclo, los centros educativos se han visto en la necesidad de modernizar sus prácticas.
En este sentido, cabe destacar que el fin último de la educación consiste en ofrecer los conocimientos que garanticen la integración del educando en la sociedad. Además de las competencias tradicionales, la escuela debe tener la capacidad de potenciar las cualidades que permitan el acceso al mercado laboral.
En todos los países la inversión educativa debería garantizar que las últimas herramientas tecnológicas estuviesen disponibles dentro de las aulas. Con ello, se pretende garantizar una educación incluyente, donde la comunicación y los medios para la transmisión de conocimientos estén al alcance de todos.
De esta manera, se contribuye a lograr una sociedad más justa, igualitaria y crítica mediante la cual todos podemos participar en el debate y la construcción de nuevos retos. Este planteamiento no es exclusivo del ámbito educativo, ya que muchos sectores sociales han reconocido la necesidad de desarrollar talento humano que sea capaz de utilizar las herramientas tecnológicas.
De hecho, las últimas tendencias en la administración empresarial nos hablan de que el desarrollo se logra cuando garantizamos la capacitación constante de las personas.
Para la sociedad actual, los elementos claves que garantizan el acceso a los recursos deben ser la creatividad y la innovación. Por ello, la escuela debe pasar de un modelo vertical (en donde el contenido es transmitido por el docente y replicado por los estudiantes) a otro modelo donde se incorporen prácticas que promuevan el uso de las TICs para contribuir al desarrollo y promover el aprendizaje cooperativo.