Valencia Plaza

Entrevista a la rectora de la Universitat de València

Mavi Mestre: "La futura ley de universidades no va a servir si no se elimina la tasa de reposición

  • La rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre. Foto: KIKE TABERNER

VALÈNCIA. A menos de dos meses para que finalice el curso universitario, es conveniente echar la vista atrás para evaluar cómo ha sido el desarrollo de la docencia dentro del segundo año que cuenta con medidas excepcionales a causa de la crisis sanitaria. Una mirada que muestra dudas si se enfoca en el futuro y que vive el presente en función de la evolución de la pandemia. Es por ello que, hasta el momento, todavía se desconoce qué rumbo tomarán la universidades en septiembre y si se seguirá con el funcionamiento del modelo híbrido que se implantó a fin de garantizar la seguridad en las aulas.

Pero, sin perdernos en lagunas futuras, el día a día universitario cuenta ya de por sí con bastantes incógnitas derivadas de la covid y que se encuentran en búsqueda de una solución que no llega. Es aquí donde desde la Universitat de València (UV) se muestra la preocupación por diversos aspectos como, por ejemplo, la vacunación del estudiantado en prácticas clínicas, la próxima movilidad Erasmus, la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) para aquellos que no puedan realizarla en primera convocatoria por el virus, la futura ley de universidades, el plan plurianual de financiación o la tasa de reposición, esa que determina el número de trabajadores que se pueden incorporar a la institución según las bajas producidas el año anterior y que afecta a las plantillas tanto de PDI (Personal Docente Investigador) como de PAS (Personal de Administración y Servicios).

De esta forma, la rectora de la UV, Mavi Mestre, atiende a Valencia Plaza a fin de tratar estos temas y hacer un balance del funcionamiento del centro universitario a lo largo de estos meses marcados por la pandemia. Asimismo, también presenta los retos que aún quedan por afrontar desde la institución para ofrecer una mayor calidad en la docencia y aclara si se presentará de nuevo a rectora en 2022 tras el fin de su primer mandato.

La rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre. Foto: KIKE TABERNER

-Como bien sabemos, la crisis sanitaria ha impulsado un modelo híbrido de enseñanza con sus correspondientes medidas sanitarias. ¿Qué balance hace del funcionamiento de las mismas tras casi dos cursos en esta situación?
- Hago un balance positivo porque realmente fue una prueba, ya que nadie se podía imaginar que íbamos a vivir una pandemia de esta magnitud. De hecho, cuando se planteó el tema del confinamiento en marzo, hacíamos medidas prácticamente para revisarlas al mes porque no pensábamos que la duración iba a ser como la que ha sido. En aquel momento, se puso de manifiesto que las universidades estábamos preparadas, puesto que habíamos estado invirtiendo en la administración electrónica y pudimos cambiar radicalmente de forma de enseñar en una semana a fin de pasar a un modelo de docencia online. No obstante, queremos ser una universidad presencial, debido a que la convivencia también educa y contribuye a una formación integral mediante la transmisión de valores transversales. Pero, efectivamente, siempre hemos seguido las normas que ha marcado Sanidad porque, si esta convivencia ya es importante para nosotros, todavía lo es más la salud de las personas.

-De forma concreta, ¿qué medidas se han implantado a causa de la pandemia?
- Cuando Sanidad recomendó pasar a una docencia online, lo hicimos, del mismo modo que también trasladamos al personal de administración y servicios al teletrabajo. La Universidad y la investigación no podían parar, de manera que todo lo que se podía hacer por teletrabajo se hacía, mientras que la investigación que requería de una presencialidad se realizaba con todas las medidas de protección y de seguridad. Además, también contratamos informadores covid. Un hecho que fue importante porque necesitábamos que la comunidad universitaria estuviera informada y tener las garantías de que se cumplían las normas. Incluso, empezamos este curso con un programa de informadores conformado por estudiantes voluntarios, ya que pensamos que esa información de igual a igual podría ser más próxima. La verdad es que funcionó muy bien. A su vez, también contamos con rastreadores covid propios de la institución a fin de poder hacer un seguimiento de los posibles casos positivos que se detecten, aunque afortunadamente no ha habido contagios dentro del centro universitario. Asimismo, hemos seguido todas las medidas de protección y hemos mantenido ventanas abiertas a pesar del frío para garantizar la mayor seguridad posible. 

-Entonces, ¿las aulas son espacios seguros?
- Claro. Por todas las razones que comentaba anteriormente, a mí siempre me ha gustado decir que las aulas son espacios seguros. Pero esto se debe gracias a la responsabilidad de todos y todas y, sobre todo, porque los equipos decanales han sido muy responsables y se han implicado mucho en esta coordinación y toma de decisiones conjunta que hemos establecido con reuniones semanales o cada quince días. Después, también trabajamos con los representantes de estudiantes en consejo de gobierno y en la asamblea general de estudiantes, puesto que hay que entender el esfuerzo que les supone un cambio radical como este. Me imagino especialmente a los de primer curso, quienes llegan a la Universidad con la ilusión de conocerla y se encuentran con que se tienen que quedar en casa a causa de la situación actual. Por tanto, era muy necesario contactar con los representantes de los diferentes centros e informarles de la situación y sensibilizar tanto de la importancia de ser responsables como del riesgo que todos corremos.

La rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre. Foto: KIKE TABERNER

-¿Se han añadido algunas novedades a fin de garantizar una mayor seguridad en las aulas?
- En estos momentos, podemos decir que todas las aulas están monitorizadas con un control del aire a tiempo real para garantizar que sean un espacio seguro y que no haya riesgo de contagio. Por otro lado, también hemos actualizado aulas del campus de Tarongers porque hubo un problema de fachadas que tuvimos que atender. Hay que tener en cuenta que este es un momento en el que había que dejar abiertas las ventanas que son enormes, por lo que hemos tenido que intervenir sobre eso y hemos aprovechado para mejorar algunas clases de la zona. Somos una Universidad que tiene 520 años y, es verdad que no todos los edificios son tan antiguos, pero sí que nuestros campus tienen mucha edad. En Burjassot, por ejemplo, hay algunos que tienen más de 50 años, mientras que los de Tarongers cuentan aproximadamente con 25. Son edificios que se utilizan muchísimo porque entra y sale mucha gente, de forma que cuando nosotros hablamos de nuestra Universidad, pues también nos referimos a un centro que necesita financiación para las infraestructuras a causa de su antigüedad. 

"En las prácticas externas sí que hemos tenido problema a causa de los aforos limitados"

-¿Considera que este modelo de enseñanza afecta a la calidad de la docencia universitaria?
- Dentro del modelo híbrido que nosotros hemos establecido, las clases son las mismas porque realmente el profesor está en el aula y la diferencia es que la mitad de los estudiantes asiste a clase, mientras que la otra se conecta desde casa y a la semana siguiente se invierten. Por lo tanto, la calidad de la docencia no se ve afectada porque el docente imparte la misma clase, pero a través de la pantalla para el 50% de los alumnos. Del mismo modo, las actividades prácticas en el aula también se hacen de la misma manera. No obstante, en las prácticas externas sí que hemos tenido problema a causa de los aforos limitados y no por la Universidad. Esto, por ejemplo, afectaba a la asistencia a juicios de los estudiantes de Derecho o al alumnado de Trabajo Social que tenía que acudir a servicios sociales. Entonces, ahí sí que hemos tenido que trabajar mucho para que, aunque sea reduciendo el número de estudiantes por cada uno de estos centros, los jóvenes puedan ir para no perder la experiencia que les proporciona competencias para el desarrollo posterior de su rol profesional. Sin embargo, en los casos en los que no se ha podido llegar al 100%, lo que hemos hecho son actividades de simulación para que no salgan perjudicados en su formación. Esta decisión nos ha permitido ver la necesidad urgente de acelerar procesos que ya teníamos en marcha como la necesidad de un hospital virtual para simular las prácticas de Ciencias de la Salud. En estos momentos, tenemos una Facultad de Enfermería nueva, en donde hemos podido poner salas de este tipo para formar allí y no solo en hospitales.

-¿Qué se va a realizar en la antigua Facultad de Enfermería?
- En la facultad antigua, creo que antes de verano vamos a poder tener un hospital de simulación de los diferentes ámbitos de la salud a fin de que los estudiantes puedan hacer estas prácticas de manera virtual. Es un reto muy importante el que tenemos ahí, pero ya tenemos el espacio, el diseño e, incluso, se han pedido ya todos los aparatos que necesitamos para ello. Esto no quiere decir que podamos prescindir de las prácticas en hospitales y centros de salud. Nuestros estudiantes necesitan ir a los centros hospitalarios y, por esa razón, se insistió tanto a Sanidad para que volvieran a las prácticas sanitarias.

La rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre. Foto: KIKE TABERNER

-¿Cree que las innovaciones tecnológicas implementadas para la docencia híbrida han llegado para quedarse en los próximos curso?
-
Sí, por supuesto. Esto era un proceso en el que, como comentaba anteriormente, ya estábamos inmersos. Es por ello que pudimos cambiar en una semana al modelo híbrido al contar con pantallas y conexión a redes que ahora tenemos en todas las aulas. Se ha acelerado lo que veíamos que era necesario y, además, hemos tenido muy en cuenta cuál es la situación de los alumnos y alumnas, debido a que en la época de confinamiento vimos que había estudiantes que no tenían un ordenador para conectarse a la red o que no contaban directamente con la conexión. Cuando se habla de la importancia de la digitalización, parece que solo seamos las universidades las que tenemos que acceder a ella cuando la necesitamos también en los lugares a los que no llega la red. Ahí nosotros sí que hicimos un programa de ayudas a los estudiantes que tenían una necesidad, o bien de conexión o bien de ordenador, e incluso se lo mandamos por mensajero a su casa porque estaba la restricción de movilidad. Ese ordenador o esa conexión wifi les permitió seguir las clases y los exámenes online cuando se tuvieron que realizar así por la cuarentena. Este hecho pone de relieve la necesidad de ser muy sensibles y estar muy pendientes de las personas más vulnerables a causa de los cambios situacionales de esta crisis sanitaria.

"Es nuestra responsabilidad ser proactivos y no esperar a que ocurra la desgracia"

-¿Qué más ayudas se ofrecen?
-
Debido a los imprevistos derivados de la crisis, también tenemos un paquete de ayudas propias de la Universidad. Unas becas para completar las del ministerio y las de conselleria, pero con un nivel de renta más alto. No obstante, aquellas personas que necesitan una ayuda y no entran en las dos anteriores pueden tener la nuestra, sobre todo, atendiendo a situaciones sobrevenidas o que no aparecen en la declaración de la renta anterior. Por ejemplo, si de repente un estudiante se estaba pagando sus estudios y por la pandemia se ha quedado sin trabajo, no podemos permitir que se quede fuera de la Universidad. Así pues, tenemos que ser muy sensibles para detectar estas situaciones y, si en estos momentos con el modelo híbrido hace falta disponer de un mejor ordenador o de una mejor conexión, también tenemos las ayudas TIC. El otro día aprobamos en consejo de gobierno la compra de 1.300 ordenadores para atender este tipo de problemas. Creo que es nuestra responsabilidad ser proactivos en estas situaciones y no esperar a que ocurra la desgracia, sino anticiparnos a ese posible problema para que cuando alguien lo tenga ya sepa a dónde recurrir.

-Respecto al tema de la presencialidad, el cuatrimestre pasado hubo quejas de una parte de los estudiantes en cuanto a la realización de los exámenes. ¿Cómo se prevé que se lleven a cabo este cuatrimestre?
- Aquí siempre hemos seguido lo que Sanidad ha dicho. Por ejemplo, en el confinamiento dijo que no convenía la presencialidad porque el riesgo era máximo y, por lo tanto, hicimos los exámenes online como el resto de universidades españolas. Luego, empezamos el curso y la propia Conselleria de Sanidad aconsejó ese modelo híbrido que viene, sobre todo, determinado por el aforo. Es decir, el aforo es un aspecto muy importante en estas decisiones. De hecho, cuando tuvimos la semana pasada una reunión con la consellera de Universidades y me comentó que cómo pensábamos empezar el próximo curso, yo le devolví la pregunta y le dije que qué aforo íbamos a tener. Si se me da esa información, yo digo cómo vamos a comenzar. ¿Sabe la Generalitat qué situación vamos a tener a nivel de aforo y a nivel de vacunación? Estas son claves para decidir cómo va a iniciar el curso universitario. Entonces, esto es un poco lo que ha regido las decisiones que hemos tomado y las modificaciones que hemos ido aprobando en el consejo de gobierno, siempre a partir de lo que Sanidad ha dicho y que hemos acordado todas las universidades públicas valencianas junto con Universidades. Nosotros somos presenciales y nuestra voluntad es volver a recuperar la presencialidad por lo que he dicho al principio de que no queremos prescindir de ninguno de los valores formativos que esta aporta. Pero, lo más importante es la salud de las personas y tengo que decir que la comunidad universitaria ha funcionado con muchísima responsabilidad.

La rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre. Foto: KIKE TABERNER

-¿Cómo valora los brotes que han ido surgiendo a lo largo de estos meses en distintos colegios mayores?
-
A mí me duele cuando oigo los casos de los colegios mayores y dicen que los jóvenes son unos irresponsables y que no se dan cuenta del riesgo que se corre de contagiar a otros, al igual que no se atienen a las normas. Y a mí me duele porque realmente ellos son una minoría. La mayoría de los estudiantes se han comportado correctamente y han respetado las normas y han sido responsables: han llegado a las aulas respetando las distancias, las señales de entrada y salida, el aforo de dentro del aula, el no quitarse la mascarilla... Lo han respetado todo. Entonces es verdad que hay una minoría, pero mayoritariamente los universitarios y las universitarias han sido responsables.

-En cuanto a la EBAU, ¿se sabe algo sobre cómo se examinará al alumnado que por motivo de contagio o cuarentena no pueda hacer la prueba?
-La próxima semana hay una reunión de la gestora a la que irá también nuestra vicerrectora de Estudios para abordar este tema. Nosotros, por ejemplo, lo hemos abordado en los exámenes de la Universidad de forma que, si uno ha estado en cuarentena o ha estado hospitalizado, ha hecho el examen en otro momento. Nadie se ha quedado sin examen de evaluación por el tema de la covid. Esto, además, ha llevado a tomar un seguimiento en donde el alumnado afectado lo ha comunicado y se han organizado los exámenes en diferentes días. Una situación que ha supuesto un esfuerzo de los equipos decanales y también del profesorado por establecer otras fechas y otros modelos de prueba. En las EBAU tendrá que ser algo coordinado con todas las universidades porque tiene que ser el mismo examen para todos los estudiantes de la Comunidad Valenciana. Por tanto, se tiene que hacer coordinadamente con la gestora que depende de Universidades y decidir en qué fechas y qué exámenes son los que hacen. Así pues, se está trabajando para, dentro de las medidas, establecer en caso de cuarentena o contagio cómo hacerlos. Pero, como decía, esto tiene que ser de forma coordinada y no depende de cada universidad, sino de la conselleria.

-El pasado miércoles, realizaste un vídeo en el que afirmabas que se había solicitado tanto la vacunación del personal universitario como del alumnado en prácticas sanitarias que todavía no lo está como, por ejemplo, quinto de Odontología. No obstante, señalaste que la respuesta había sido negativo. ¿Se va a seguir insistiendo en el tema? ¿Cómo lo valora?
-A mí me preocupa. El otro día volví a ver a la consellera de Universidades en la clausura de la asamblea general de la CEV (Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana) y, allí mismo, el presidente de la patronal comentó el tema de la vacunación en sus empresas, ya que se firmó un convenio con Presidencia para que las mutuas puedan realizar este proceso y que los trabajadores puedan estar inmunizados. Escuchaba esto y me dolía, puesto que ¿por qué los universitarios y universitarias no? Nosotros hemos vacunado para la gripe sin ninguna incidencia y con gran rapidez, por lo que pedimos lo mismo, es decir, tenemos nuestros gabinetes de salud con los que podríamos vacunar. A algunos ya nos llaman para la vacunación por la edad, pero ¿por qué no somos docentes? ¿Es porque podemos hacer una docencia online? Se lo he dicho muchas veces tanto a la consellera de Universidades como a la de Sanidad y, en los actos, les digo que lo que más me preocupa es lo que me comentabas de que, por ejemplo, hay estudiantes que hacen prácticas de Odontología con el paciente delante y que no han recibido ninguna dosis. Ahí es cuando se me contesta que se prioriza a los colectivos vulnerables por edad, pero ¿estos no son colectivos vulnerables? ¿Por qué en el mes de marzo lo fueron y se vacunó a los que estaban en los hospitales? ¿Por qué ya no lo son los que se han incorporado ahora como los de tercero de Enfermería? Claro que lo son.

La rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre. Foto: KIKE TABERNER

-¿Cuántos alumnos y alumnas se encuentran en esta situación?
-Tenemos aproximadamente 1.400 estudiantes de grados de la salud que están haciendo todos los días prácticas sanitarias y que no están vacunados. Entonces, para mí sí que es un colectivo vulnerable. El hecho de que ellos se puedan contagiar y no sean sintomáticos no me vale para decir que, por tanto, son más vulnerables lo que tienen más edad por los síntomas que se puedan desencadenar. Y sé que es verdad porque eso se ha comprobado, pero es que cada vez se está viendo que gente más joven entra en los hospitales, en la UCI, y que ya no es como al principio. Además, es que estos estudiantes también pueden contagiar a gente mayor con la que conviva. Por ello, a mí es un tema que francamente me preocupa muchísimo y, dentro de la comunidad universitaria, son los que más me preocupan en estos momentos.

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