Cada año se generan cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo. Una cifra que crece exponencialmente ligada a los avances tecnológicos. Se estima que en 2050 podrían producirse 100 millones de toneladas de estos residuos. Mientras, la tasa de reciclaje es inferior al 20 por ciento en la actualidad.
La basura tecnológica pone en jaque el medio ambiente y la salud de las personas. La acumulación y descomposición de los materiales desechados provoca gases y líquidos tóxicos que pasan a la atmósfera y al suelo y acaban en el agua y los alimentos. Entre el 50% y 80% de los desechos que se generan en la Unión Europea, EEUU y Japón es transportada a vertederos situados en China, India, Nigeria, Pakistán y otros países en vías de desarrollo.
Hablamos de esta cuestión con Julio Barea, portavoz de Greenpeace y Doctor en Geología y Máster en Gestión y Tratamiento de Residuos por la Universidad Autónoma de Madrid; Rafael Serrano, director de Relaciones Institucionales, Marketing y Comunicación de ECOLEC, una entidad sin ánimo de lucro que promueve la correcta gestión de residuos electrónicos y eléctricos; y con la coordinadora de la campaña de reciclaje de dispositivos móviles 'Movilízate por la Selva', Inés Valencia.
