Las Torres Gemelas y el "Valencia CF de Trondheim"
El día de los atentados terroristas a las torres gemelas de Nueva York, el Valencia viajó a una ciudad remota de Rusia a jugar un partido de la Copa de la UEFA. Los futbolistas aportaron sus soluciones para librarse de una guerra que creían inminente.
En el marco del universo de anécdotas y recuerdos en torno al Valencia Club de Fútbol, surge una historia singular proveniente del relato de varios periodistas, tal como lo recoge Alfonso Gil en su obra "60 historias de fútbol vividas por periodistas". El 11 de septiembre de 2001, mientras el terrorismo estremecía a Estados Unidos con los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York, el Valencia se encontraba en Novorisisek, una ciudad rusa remota, para disputar un encuentro de la Copa de la UEFA contra el Chernomorets. La noticia del atentado se propagó entre los integrantes del equipo, generando una serie de reacciones diversas y, en algunos casos, inesperadas.
Entre los futbolistas, surgieron propuestas variopintas para abordar la situación. Algunos, como Marchena, sugirieron regresar de inmediato a Valencia, mientras que otros, como John Carew, imaginaron refugiarse en Noruega, país neutral, anticipando una posible tercera guerra mundial. Sin embargo, Carew subestimó la distancia entre Rusia y Noruega, revelando así su falta de conocimiento geográfico. Afortunadamente, la sensatez prevaleció y el equipo optó por mantenerse en Rusia, siguiendo el plan establecido para el encuentro.
La UEFA, ante la magnitud de los sucesos, decidió suspender el partido, pero una semana después, el Valencia regresó a Novorisisek para disputar el encuentro, que finalmente ganaron por 0-1. Aunque este detalle puede haber pasado desapercibido en muchas partes, en Noruega se habría recordado como el día en que el Valencia se convirtió, según los deseos de Carew, en el "Valencia de Trondheim".
Esta anécdota, narrada desde la perspectiva de los periodistas que siguieron de cerca al equipo, ofrece una visión única y reveladora sobre las decisiones extraordinarias que pueden surgir en situaciones excepcionales. Aunque el Valencia no tomó en serio las extravagantes propuestas de algunos de sus jugadores, el episodio destaca la diversidad de personalidades y reacciones que convergen en el mundo del fútbol, incluso en momentos de crisis global como el ocurrido aquel fatídico 11 de septiembre.
La historia del Valencia en Novorisisek durante aquellos días turbios del año 2001 proporciona un ejemplo fascinante de cómo el mundo del deporte puede entrelazarse con eventos de alcance mundial, y cómo los protagonistas, en este caso los futbolistas, pueden enfrentarse a situaciones extraordinarias con una mezcla de seriedad y humor, revelando así la complejidad y la humanidad inherentes al deporte profesional.
