VALÈNCIA.
La protesta impulsada por Libertad VCF para vaciar Mestalla y denunciar la gestión de Peter Lim al frente del Valencia no vació el estadio como pretendía, pero sí mermó la asistencia del campo hasta dejar la peor afluencia del curso y acabó en cargas policiales contra los manifestantes congregados fuera del estadio.
En un partido en el que el Valencia, ya sin posibilidades de clasificarse a Europa, no se jugaba nada, unas cinco mil personas se quedaron a las puertas de Mestalla para rechazar la deriva deportiva del club valenciano, sin Europa en siete de las últimas campañas tras haberse clasificado en 16 de las 17 anteriores, y pedir la marcha de Lim.
Son más de cuatro años sin que Mestalla presencie un partido de Europa y serán al menos cinco pues la temporada que viene el Valencia seguirá sin pasearse por competición europea, lo que ha propiciado que el conjunto valenciano pase del octavo puesto del 'ranking' UEFA al 94.
Aunque la iniciativa no hizo que Mestalla se quedara vacío, el estadio firmó la peor cifra de espectadores del curso y, fuera, vivió un tenso enfrentamiento entre manifestantes y policía, que cargaron contra los valencianistas que cantaban contra los seguidores que iban saliendo del campo valenciano ‘No vais a salir’.
Oficialmente fueron 36.138 los aficionados que poblaron las gradas de Mestalla, 19.949 más que los 16.189 que asistieron hace ahora dos años ante el Celta de Vigo en la última jornada de la 2021-22, cuando Libertad VCF impulsó por primera vez esta misma iniciativa.
No obstante, esta fue la afluencia más baja de toda la temporada, pues Mestalla había contado con 40.000 aficionados en diecisiete de los dieciocho encuentros ligueros de este curso y sólo en uno, ante el Getafe el pasado 9 de marzo, no había alcanzado los 40.000 espectadores.
Apenas tuvo animación el estadio, que contó con una desangelada grada de animación, la denominada como Curva, que estuvo presente fuera del estadio, pero con apenas veinte aficionados dentro de un Mestalla enrarecido en cuanto a su ambiente, con mucho aficionado visitante y sin mostrar la fiereza de otros días.
Aunque lucieron mejor aspecto la Grada de la Mar, con media entrada, y sobre todo la zona de tribuna, que se llenó, los cánticos llegaban desde fuera, donde en la segunda mitad y tras el cero a tres visitante, los manifestantes cantaban ’esos que salen, de qué equipos son’, ’no vais a salir’ o ’míralos cómo se venden’, lo que dio paso a la actuación policial.
Esas cargas hicieron que se abriera un corredor para que la gente saliera de Mestalla mientras los manifestantes seguían cantando, un sonido que se escuchaba en un inhóspito estadio, totalmente inusual por su ambiente tranquilo, después de haber sido uno de los motivos para que el Valencia se salvara y soñara con Europa con su rugido habitual.
Mestalla cierra así una temporada en la que el Valencia cumplió su objetivo prioritario al comenzar el curso, la salvación, pero que muestra la diferencia abismal con los primeros clasificados, sobre todo tras un tramo final de temporada que alejó el deseo de volver a Europa tras cuatro años de travesía en el desierto.